Un grupo de científicos investigó los mapas corporales de las emociones de las personas con esquizofrenia y los comparó con los de un grupo control. Sus resultados podrían ayudarnos a entender mejor las dificultades socio-emocionales de dicha población y a desarrollar intervenciones eficaces.
“Las emociones corporales surgen de procesos interoceptivos y somatosensoriales, y son esenciales para el desarrollo de un sentido estable del yo”, explican los autores del estudio y agregan que se relaciona estrechamente con el sentido de autoconciencia, acompañándonos en el manejo de situaciones sociales complejas.
Las perturbaciones corporales y dificultades socio-emocionales son algunas de las características de la esquizofrenia. Es por eso que un grupo de científicos de la Universidad Vanderbilt hipotetizó que la percepción de emociones corporales sería diferente en dicha población.
Metodología
Para poner a prueba su hipótesis, los científicos contaron con la participación de 26 individuos medicados que habían sido diagnosticados con esquizofrenia y 26 individuos con características demográficas similares (grupo control).
Los criterios de exclusión para ambos grupos fueron: uso de sustancias o abuso de alcohol en los últimos 6 meses, lesión cerebral y enfermedades neurológicas. Además, todos tenían una buena visión o su visión había sido corregida hasta llegar a ser normal.
Los participantes utilizaron una herramienta de mapeo topográfico computarizado, llamada EmBODY, en la que debían indicar en un contorno del cuerpo, dónde percibían sensaciones corporales al experimentar una emoción.
Habían 13 emociones diferentes y un estado neutral: miedo, enojo, asco, tristeza, alegría, sorpresa, ansiedad, amor, depresión, orgullo, vergüenza, celos y desprecio. Según los autores, solo se les presentó la palabra (por ejemplo, miedo) por que estudios previos no han encontrado diferencias significativas entre mapas corporales generados al presentar palabras versus un estímulo evocativo (videos, expresiones faciales, etc.)
Los resultados de los mapas corporales de las emociones se compararon cuantitativamente entre ambos grupos.
Resultados
Los mapas corporales de las personas diagnosticadas con esquizofrenia fueron anómalos. Indistinguibles para las diferentes emociones, con reportes menos claros y precisos. Tampoco se observó mucho acuerdo entre los participantes de éste grupo en cuanto a la localización de las emociones.
El grupo control, por su parte, mostraba mapas claros y bien definidos para cada emoción, indicando patrones de alta excitación y de disminución de energía en el cuerpo para cada emoción. Sin embargo, en el grupo de individuos con esquizofrenia, se observó una reducción general de sensaciones corporales para todas las emociones, incluso para emociones de alta excitación (en las cuales se espera una activación corporal más alta).
Además, los participantes con esquizofrenia no hacían diferenciaciones en sus mapas corporales para cada emoción.
Es importante notar que, de acuerdo con los autores, debido a que EmBODY depende de la habilidad de cada persona para recordar y simular sus experiencias emocionales pasadas, los hallazgos en pacientes con esquizofrenia podrían relacionarse con una simulación debilitada y deficit en la memoria autobiográfica.
Limitaciones
Los autores mencionan varias limitaciones que tuvieron al realizar la investigación:
- Los pacientes con esquizofrenia estaban medicados crónicamente. Algunos de los efectos secundarios incluyen retraimiento social y entumecimiento, lo que podría afectar las percepciones corporales.
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Los científicos no controlaron que hubiera conocimiento previo de la tecnología, aunque los pacientes con esquizofrenia no mostraron dificultad en completar la tarea y su habilidad para colorear fue similar a la del grupo control.
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No se recolectaron datos fisiológicos (frecuencia cardíaca, conductancia de la piel, etc.).
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No se evaluó de forma independiente la precisión interoceptiva. Por lo tanto, no es posible determinar si el mapeo anormal de sensaciones corporales en los participantes con esquizofrenia se relaciona con señales interoceptivas debilitadas, consciencia reducida de sensaciones o una incapacidad para igualar con precisión las sensaciones internas (por ejemplo, rápida frecuencia cardíaca) a las etiquetas verbales (por ejemplo, “tengo miedo”).
Conclusión
El grupo de investigadores concluyen que éstos mapas anómalos e indiferenciados podrían llevar a la persona a tener dificultades para vincular sensaciones corporales con categorías conceptuales de emociones (es decir, al intentar reconocer y verbalizar una emoción o entender las de los otros). A su vez, dicha dificultad contribuiría a un funcionamiento social pobre.
Esta investigación podría apuntar a nuevas intervenciones psicosociales que mejoren el funcionamiento socio-emocionales del paciente con esquizofrenia.
Referencia del estudio original: Lénie J Torregrossa, Matthew A Snodgress, Seok Jin Hong, Heathman S Nichols, Enrico Glerean, Lauri Nummenmaa, Sohee Park. Anomalous Bodily Maps of Emotions in Schizophrenia. Schizophrenia Bulletin, 2018; DOI: 10.1093/schbul/sby179
Fuente: Science Daily