El entorno en el que vivimos tiene efectos profundos sobre nuestra salud mental. De hecho, los resultados de un estudio reciente sugieren que los sonidos del tráfico pueden estar relacionados con mayores niveles de depresión y estado de alerta, mientras que el canto de los pájaros puede estar relacionado con una reducción de la ansiedad (Stobbe et al., 2022).
Qué metodología usaron
Este estudio exploró la diferencia entre paisajes sonoros de alta y baja diversidad con respecto a los sonidos de la naturaleza y de la ciudad. Para ello, los investigadores reclutaron a 295 participantes en línea de Prolific. Todos los participantes eran adultos de habla alemana. Se excluyó a las personas que habían tenido alguna enfermedad mental en su vida o si tenían dificultades auditivas. Los participantes completaron primero la información sociodemográfica y las evaluaciones de referencia.
Después de ser asignados aleatoriamente a una de las cuatro condiciones (tráfico de baja diversidad, tráfico de alta diversidad, canto de pájaros de baja diversidad, canto de pájaros de alta diversidad), se instruyó a los sujetos para que ajustaran su volumen al 80% y escucharan el audio de 6 minutos. Los participantes completaron medidas sobre la propensión a la psicosis, el estado de ánimo y los síntomas paranoides, cognición y percepción del paisaje sonoro.
Los cuestionarios permitieron a los investigadores identificar las tendencias de las personas a la depresión, ansiedad y paranoia e investigar el efecto de los sonidos de los pájaros o el tráfico en estas tendencias.
Qué encontraron
Los resultados mostraron efectos significativos tanto del tipo de sonido como de la diversidad. El ruido del tráfico urbano se asoció con mayor depresión post-test, mientras que el canto de los pájaros se relacionó con menor ansiedad y paranoia post-test. Este efecto difería un poco según la diversidad, con sonidos de tráfico de alta diversidad que aumentaban la depresión posterior a la prueba más que los sonidos de tráfico de baja diversidad.
El efecto de diversidad no fue tan profundo para la condición de canto de los pájaros. No se encontró que los sonidos del tráfico aumentaran significativamente la ansiedad o la paranoia. Este estudio, contrario a investigaciones anteriores, no encontró evidencia de que los paisajes sonoros tuvieran un efecto significativo en las habilidades cognitivas antes y después de la prueba. Estos resultados se pueden utilizar para ayudar a relajarse a las personas con mucha ansiedad o paranoia que no alcanza un nivel clínicamente significativo.
El canto de los pájaros también podría aplicarse para prevenir trastornos mentales, señalaron los autores, y podrían realizarse intervenciones de modo sencillo y de fácil acceso utilizando audios con tales sonidos.
Los autores destacaron que si tales efectos son significativos en un experimento en línea, realizado a través de una computadora, es posible suponer que estos efectos serán aún más fuertes al aire libre, en la naturaleza.
Una de las limitaciones del estudio es que no se puede hablar de la replicabilidad de este efecto, y es posible que después de la exposición repetida estos sonidos no tengan ningún efecto significativo en las variables de salud mental. Además, el estudio tuvo más participantes masculinos que femeninos, lo que puede afectar la generalización.
Referencia bibliográfica: Stobbe, E., Sundermann, J., Ascone, L., & Kühn, S. (2022). Birdsongs alleviate anxiety and paranoia in healthy participants. Scientific Reports, 12(1), 16414. https://doi.org/10.1038/s41598-022-20841-0
Fuente: Psypost