Escribir y dibujar son actividades complejas que requieren la integración de varias habilidades. El desafío comienza temprano, cuando niñas y niños empiezan a aprender a sujetar con firmeza el lápiz y realizar los movimientos necesarios para plasmar cada letra diferente. Por otro lado, manejar un teclado es muy distinto: oprimiendo la tecla correcta, el dispositivo se encargará de plasmarla; es decir que el movimiento que se realiza será siempre el mismo.
El cerebro no trabaja de la misma manera cuando escribimos a mano que cuando tipeamos y tiene que ver con que, en profundidad, no realizamos la misma actividad, aunque el resultado sea una palabra o un texto escrito. Un estudio reciente encontró que los niños que escribían a mano mostraron mayor activación de áreas del cerebro importantes para aprender y procesar la información (Askvik et al., 2020).
Metodología: 12 adultos y 12 estudiantes de secundaria con experiencia en escritura cursiva participaron de la investigación; todos ellos eran diestros. Se les mostraron 15 palabras que podían ser más bien concretas (zapato) o abstractas (cumpleaños). Luego se les pidió que escribieran en cursiva, tipearan o dibujaran la palabra.
En una segunda fase, los participantes fueron conectados a un electroencefalograma para registrar su actividad cerebral. Luego se les mostró un nuevo conjunto de palabras y se les pidió que las describieran, copiaran una oración o dibujaran.
Escribir o describir una palabra fueron asociados con la etapa de ideación (pensar cómo dibujar o describir una palabra). Los investigadores notaron que, pasada esta etapa, tipear no requiere el uso de la creatividad, sólo implica procesos superficiales. Tampoco hubo diferencias en la actividad cerebral entre escribir o describir una palabra.
Hallazgos: el equipo de investigación encontró que las personas que dibujaron palabras mostraron mayor activación cerebral en las áreas parietal (importante en el procesamiento del lenguaje y la atención) y occipital (importante en el procesamiento visual) del cerebro, en comparación con los participantes que describieron las palabras. Estos resultados se observaron tanto en adultos como en niños, pero en menor medida en niños.
Esto no significa que, a la hora de aprender, los pequeños deban hacer a un lado las herramientas que la tecnología ofrece. Sí resulta importante que las prácticas del dibujo y la escritura a mano sigan siendo actividades primoridiales en el aprendizaje, ya sea que se utilice una tableta o lápiz y papel.
Referencia bibliográfica:
Askvik, E. O., van der Weel, F. R. (ruud), & van der Meer, A. L. H. (2020). The Importance of Cursive Handwriting Over Typewriting for Learning in the Classroom: A High-Density EEG Study of 12-Year-Old Children and Young Adults. En Frontiers in Psychology (Vol. 11). https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.01810
Fuente: Psypost