¿Alguna vez te sugirieron que escribas lo que te pasa o preocupa? Es un modo de reflexionar sobre la situación, y también puede ser un medio de catarsis. Incluso, muchas personas tienen el hábito de escribir diarios personales. Una investigación reciente encontró que escribir -y luego reescribir- nuestras historias personales puede llevar a cambios de comportamiento y a aumentar la felicidad.
Otras investigaciones científicas han mostrado que escribir sobre uno mismo y sobre experiencias personales puede mejorar los trastornos del estado de ánimo, ayudar a reducir síntomas entre los pacientes con cáncer, mejorar la salud de una persona después de haber sufrido un ataque cardíaco, e incluso aumentar la memoria.
En su artículo publicado en el New York Times,Tara Parker-Pope correlaciona el escribir sobre asuntos personales con cambios comportamentales y felicidad. “El concepto está basado en la idea de que todos tenemos una narrativa personal que moldea nuestra perspectiva del mundo y de nosotros mismos,” dice Tara. “Pero algunas veces nuestra voz interior no lo entiende de forma completamente acertada. Algunos investigadores creen que al escribir y editar nuestras propias historias, podemos cambiar nuestra percepción de nosotros mismos e identificar obstáculos que se interponen en el camino de una mejor salud. Esto puede sonar como tonterías de autoayuda, pero la investigación sugiere que los efectos son reales.”
Los estudiantes mejoraron su calificación promedio y presentaron menos probabilidades de abandonar la carrera
Varios estudios fueron realizados. En uno, publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, 40 estudiantes de primer año de la Universidad de Duke (quienes estaban preocupados por su estatus académico y su adaptación general en la universidad) fueron colocados en grupos de intervención y control. A los estudiantes en el grupo de intervención se les dijo que es común pasar tiempos difíciles durante el primer año. Además, miraron videos de estudiantes en sus últimos años de universidad donde hablaban sobre su progreso académico a medida que se iban adaptando a ella.
Los resultados a largo plazo fueron muy interesantes. Los estudiantes en el grupo de intervención, que fueron incitados a cambiar sus historias personales, mejoraron su calificación promedio y presentaron menos probabilidades de abandonar la carrera. A los estudiantes en el grupo control no les fue tan bien.
“Cuando llegás a esa confrontación de verdad con lo que te importa, esta crea la mejor oportunidad para el cambio,” dijo Jack Groppel, co-fundador del Instituto de Desempeño Humano.
En otro estudio, se le pidió a 120 parejas casadas que escriban sobre un conflicto desde la posición de “observador neutral.” Aquellos que escribieron narraciones sobre sus propios asuntos demostraron mejoras en cuanto a la felicidad matrimonial.
“Estas intervenciones de escritura realmente pueden empujar a las personas de una manera de pensar contraproducente a un ciclo más optimista que los refuerza,” dijo Timothy D. Wilson, profesor de psicología de la Universidad de Virginia, y autor principal del estudio de Duke. Sostiene que, si bien escribir no resuelve los problemas, definitivamente puede ayudarnos a hacerles frente. “Escribir obliga a las personas a reconstruir lo que sea que les está atormentando, y a encontrar un nuevo significado en ello.”
No es necesario que tengas grandes habilidades como escritor, o que las palabras sean tu fuerte. Escribir sobre tus experiencias personales puede darte la ayuda que estabas necesitando para resolver tus problemas.
Fuente: Psychcentral