Daniel Mediavilla entrevistó para el País al reconocido científico Stanislas Dehaene para aprender más sobre los últimos descubrimientos del cerebro infantil:
Lo primero que hay que decir es que no todo lo hacemos mal, al contrario. Pero hay algunas cosas que mejorar. En primer lugar, solemos subestimar a los niños. Existe esta idea de Piaget, que dice que los niños se van a desarrollar muy lentamente, con una agenda muy rígida, año a año, y ahora sabemos por la ciencia cognitiva y la neurociencia que en realidad los niños tienen unas habilidades mucho más sofisticadas. En el lenguaje, vemos que adquieren de 10 a 20 palabras diarias, mucho más rápido que cualquier ordenador actual y mucho mejor que la inteligencia artificial. Y también en matemáticas, donde tienen habilidades para los números desde muy temprano y para integrar números y espacio. Tienen intuiciones muy fuertes y hay que vincular las enseñanzas a esas intuiciones, en particular en matemáticas. Muchas veces tienen problemas en matemáticas porque no ven que los nuevos símbolos están relacionados con lo que ya conocen, y se les enseñan como si fuesen un dominio completamente abstracto en el que no encuentran ningún significado.
El otro error es creer que todos los niños son diferentes. En las ciencias cognitivas estamos viendo que en realidad hay muchas similitudes. Cuando la gente aprende a leer siempre se enciende el mismo circuito, y hay una variabilidad de unos pocos milímetros, quizá un centímetro como mucho. Así que no es cierto que haya que adaptar la pedagogía a cada niño, hay principios de aprendizaje que aplican a todos.
Sobre las matemáticas:
Las matemáticas requieren un esfuerzo y eso es lo primero que hay que entender. Todos los niños deben hacer un esfuerzo para aprender, no existe el aprendizaje de matemáticas sin esfuerzo. Y hay un cierto abandono de las matemáticas como parte de nuestra cultura. Al nivel del cerebro vemos que el lenguaje y las matemáticas activan redes completamente diferentes, que apenas se solapan. Eso significa que desarrollar una cultura lingüística no nos va a dar una cultura matemática. Yo abogo con vehemencia por un refuerzo de la cultura matemática.
Un gran malentendido es que las matemáticas van de números. Especialmente en la escuela primaria son todo cálculos, pero eso no son realmente las matemáticas. Las matemáticas se han definido como la ciencia de los patrones. Se trata de entender regularidades y de la organización lógica. Así que son una herramienta muy útil para la vida diaria. Por ejemplo, los gráficos, en los que tienes una cantidad enorme de puntos de datos en los ejes X e Y, y puedes ver cómo esos cientos de puntos evolucionan y los puedes percibir como un solo gráfico. Esto es algo que deberíamos valorar más en nuestra sociedad y lo deberíamos enseñar mejor, porque es como otra forma de leer y es completamente diferente. Requiere unos circuitos cerebrales distintos y es una tarea igual de importante para desenvolverse en nuestra sociedad.
Sobre el efecto de las pantallas en el aprendizaje de los niños:
(…) Tenemos muchas pruebas de que los niños pequeños necesitan estar muy expuestos al lenguaje desde muy temprano, en los primeros 18 meses de vida. Si no se les expone a este lenguaje sufrirán atrofias que duran para toda la vida. Esto es un fuerte mensaje para los padres, porque muchos están siendo atrapados por sus teléfonos y no les hablan suficiente a sus hijos. Cuando la gente discute el peligro de los teléfonos móviles, hablan como si las pantallas fuesen problemáticas para los niños. Pero los que tienen problemas con las pantallas son los padres, porque les apartan de la interacción con sus hijos. La tecnología restringe el entorno de aprendizaje de los niños por los padres.
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