¿Considerás tu salud mental antes de comprometerte con alguien o algo? Es decir, ¿te preguntás si esa situación, acción, hábito o persona afianza tu bienestar emocional?
Cuando nos preguntamos sobre nuestra propia salud mental, la priorizamos. Le damos la importancia que se merece. Comunicamos que nuestro bienestar emocional es importante. Nos honramos a nosotros mismos.
Esta pregunta puede ayudarnos a simplificar la toma de decisiones y al mismo tiempo a satisfacer nuestras necesidades. En muchas ocasiones decimos que “sí” a alguien o algo porque físicamente podemos hacerlo, aunque emocionalmente pueda desencadenar un estrés innecesario, o aunque sea incompatible con nuestras propias necesidades.
“Cuando elijo acostarme a una hora razonable para acceder al sueño reparador, estoy haciendo algo que ayuda a mi salud mental. Cuando descuido mis propias necesidades en sacrificio de los demás, estoy participando en un comportamiento que es perjudicial para mi salud mental,” explica Christina Iglesia, Psy.D, psicóloga clínica creadora de la campaña de salud mental llamada #therapyiscool. “Cuidar nuestra salud mental requiere una participación activa y plantea la pregunta que estamos llamados a responder, ¿Es esto (persona, lugar, actividad, comportamiento) bueno para mi salud mental?“
Podemos usar esta pregunta para guiar prácticamente cualquier decisión. Es una excelente forma de estar atentos y conectados con nosotros mismos. Incluso podrías hacer una lista anotando las actividades, hábitos, comportamientos y personas que son y que no son buenas para tu salud mental en este momento. Quizás te tome un tiempo hacerlo, pero puede ser una gran herramienta. Hasta puede ser una aliada de tu salud mental y una guía a la hora de armar tu agenda a corto y largo plazo teniendo en mira lo que contribuye a que tu vida sea plena y lo que te previene del agotamiento.
¿Qué afianza tu salud mental? ¿Cuáles son los primeros signos de que tu salud mental se está hundiendo? Si algo no es bueno para tu salud mental, está bien decir que no. Está bien rechazarlo. Está bien usar tu salud mental como un factor decisivo. Merecés considerar tu salud mental desde el principio, antes de decir que sí, antes de emprender otro proyecto o tarea, antes de terminar exhausto, agotado física, mental o emocionalmente. Y merecés ser compasivo con vos mismo.
Fuente: PsychCentral