Los colegas del Centro Integral de Psicología en México, entrevistaron al Dr. Jorge Barraca, uno de los referentes españoles más importantes de laTerapias de Tercera Generación o Tercera Ola, como también se les conoce.
El Dr. Barraca nos acerca a los principios que diferencian estas terapias con la TCC tradicional. Nos explica mucha claridad en qué consiste la Terapia Integral de Parejas, la Terapia de Aceptación y Compromiso y la disonancia cognitiva que afrontan algunos terapeutas ante los nuevos modelos terapéuticos:
No fue fácil seleccionar sola una de sus respuestas en esta elocuente entrevista, pero elegí su explicación sobre la Terapia Integral de Parejas, porque es un modelo que cuenta con mucha evidencia, pero que aún es poco conocido por los terapeutas de Latinoamérica:
La TIP es desde luego una intervención de pareja novedosa tanto por la explicación que brinda sobre los problemas diádicos, como por las técnicas originales que ha desarrollado para la solución de los conflictos y las desavenencias en el seno de la pareja. Probablemente, el aspecto más novedoso y crucial sea el de la incorporación del concepto de aceptación al ámbito de la pareja. Pero esta aceptación no es la de otras terapias de tercera generación -ACT en particular- porque no tiene que ver con uno mismo (aceptar pensamientos, recuerdos, sensaciones corporales, etc.), sino con la aceptación del otro miembro de la pareja (aceptar su forma de ser y aceptar las funciones derivadas de la conducta del otro).
Para propiciar esa aceptación, la TIP recurre a unas estrategias que fomentan la intimidad, la compasión, la colaboración (se denominan “unión empática” y “separación unificada”) y también a otras que, por caminos más indirectos, ayudan a desarrollar la tolerancia y, quizás a través de esta, puedan acabar suponiendo la aceptación. Así mismo, no renuncia a las estrategias de la terapia conductual tradicional, como el intercambio de reforzadores o los entrenamientos en comunicación y resolución de problemas conjunto, pero adquieren aquí funciones algo diferentes: se trataría de otro método para ayudar, al cabo, a mejorar la aceptación.
Esa aceptación, no es por un “esfuerzo” que uno haga y no es aceptar al otro haga lo que haga o sea como sea, lo que podría acabar siendo una aberración, sino una actitud que se va adquiriendo al entender las dinámicas de la pareja (por ejemplo, los procesos en que se polarizan) o se entra en contacto con los sentimientos hondos de la otra persona y se entienden a partir de la comprensión de sus vivencias e historia personal. Por eso en este modelo resulta tan importante que los miembros de la pareja se entiendan y estén de acuerdo con la formulación del caso que les presentará el terapeuta tras las sesiones de evaluación.
Lee la entrevista completa en Centro Integral de Psicología.