Un equipo de investigadores finlandeses encontró que el entrenamiento parental en formato de internet y asistido por teléfono puede ser una estrategia efectiva para mejorar la conducta disruptiva en los niños de cuatro años.
El estudio está disponible en la revista Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (JAACAP).
Existe muchísima evidencia de la efectividad de los programas de entrenamiento parental para reducir las conductas disruptivas (agresividad, impulsividad, negativismo desafiante, hiperactividad y problemas de conducta disocial), y mejorar el funcionamiento parental. Estos programas suelen tener entre 6 y 12 sesiones presenciales en los que se les enseña a los padres a reforzar las conductas deseadas, intervenir ante las rabietas, validar las emociones de los niños, etc. Algunos de ellos son: Programa de la TRIPLE P, Los Años Increíbles, EmPeCemos, por dar algunos ejemplos.
A pesar de su alta efectividad, estos programas suelen ser desconocidos en muchos países, lo que deja a los niños con conductas disruptivas sin el tratamiento adecuado e incrementa el riesgo de desarrollar a largo plazo trastornos más severos, problemas de salud, conducta violentas, involucrarse en conductas de riesgo, crimen y abuso de sustancias.
Se redujeron los puntajes de agresión, problemas de sueño, ansiedad y problemas emocionales comorbidos
Una alternativa de bajo costo para mejorar el alcance del entrenamiento parental es el uso del internet y eso fue lo que los investigadores finlandeses quisieron comprobar.
El estudio se desarrolló en un lapso de dos años y contó con la participación de 464 padres de niños que cumplían con el criterio de problemas severos de conducta, para que recibieran un entrenamiento online de 11 semanas llamado Strongest Families Smart Website (SFWS) o un programa educacional para el grupo control.
24 meses después de haber terminado el tratamiento, se compararon los resultados. Los niños de los padres que recibieron el entrenamiento online mejoraron significativamente su comportamiento en comparación con el grupo control. Se redujeron los puntajes de agresión, problemas de sueño, ansiedad y problemas emocionales comorbidos, y se redujo el uso de los servicios de salud mental en comparación con el grupo control.
El principal beneficio de este tipo de investigación es que demuestra que podemos mejorar el alcance de las intervenciones psicológicas, especialmente a grupos de alto riesgo, a través del uso de tecnologías de bajo costo y altamente accesibles, evitando así las demoras y complicaciones de los sistemas de salud ya saturados por la alta demanda.
Referencia del estudio: Two-Year Follow-Up of Internet and Telephone Assisted Parent Training for Disruptive Behavior at Age 4 Sourander, Andre et al.
Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry , Volume 57 , Issue 9 , 658 – 668.e1 DOI: https://doi.org/10.1016/j.jaac.2018.07.001
Fuente: Psychcentral