“Quiero ayudar a las personas”. Esa es la respuesta que solemos recibir cuando le preguntamos a alguien por qué va a estudiar o ejerce la enfermería. Parecería que ese objetivo altruista de ayudar a otros debería ser la principal causa a la hora de ser enfermera/o. Sin embargo, nuevos datos nos sugieren que este motivador podría jugar en contra e incluso repercutir directamente en la salud de los enfermeras.
Según los investigadores de la Universidad de Akron, las enfermeras que son motivadas principalmente por el deseo de ayudar a otros son más propensas a sufrir de burnout (síndrome del quemado), en comparación con aquellas que están motivadas por el disfrute de su trabajo o su estilo de vida.
También hallaron que las enfermeras que entran a esta carrera por otras razones o en conjunto con la de ayudar a otros, encuentran su trabajo menos estresante, lo que resulta en menos burnout, mejor salud personal y un compromiso laboral más alto.
Las enfermeras que entran a esta carrera por otras razones o en conjunto con la de ayudar a otros, encuentran su trabajo menos estresante
Asimismo, encontraron que las enfermeras que estaban altamente motivadas por el estilo de vida que el trabajo les provee y la habilidad de interactuar personalmente con los pacientes, se sintieron más satisfechas con su empleados y menos inclinadas a dejar su trabajo.
Los investigadores explican que este estudio no intentó evaluar qué tan bien realizaban su trabajo las enfermeras según sus motivaciones. A su vez, añaden que se deben realizar estudios con una muestra más amplia de enfermeras que permita profundizar en esas relaciones.
El estudio se valió de los datos de más de 700 profesionales de enfermería, de los cuales el 90% eran mujeres y sus datos fueron presentados el 19 de agosto de 2014 en la 109 reunión de la American Sociological Association. Puedes enviar un email a Daniel Fowler para solicitar una copia de la investigación.
Fuente: Medical News Today
Imagen: Pitchengiveline