Los delfines han sido siempre de las criaturas más interesantes por estudiar gracias a la semenjanza que guardan con los humanos en términos de biología cerebral y costumbres.
Ahora, un grupo de investigadores del Reino Unido y los E.E.U.U. asegura haber encontrado signos de Alzheimer patológico en delfines, lo cual aportaría información muy valiosa debido a la similitud entre el cerebro del delfín y los cerebros humanos. Los hallazgos derivan de una iniciativa que se remonta a más de una década de estudios realizados en las orillas de España por Gallego-Iradi, uno de los autores del artículo publicado en Alzheimer’s & Dementia.
Estos resultados apoyarían la hipótesis de que los factores que contribuyen a aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer en los delfines son la longevidad posterior a la fertilidad, es decir la supervivencia de una especie muchos años después de que los años de procreación han finalizado.
las investigaciones sugieren que el alzheimer y la diabetes no son enfermedades de la vejez, sino de una larga vida posterior a la fertilidad
Como sabemos, el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que conduce a la pérdida de memoria y a cambios en la capacidad cognitiva. Además, el Alzheimer no sólo merma la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad conduciéndolos finalmente a la muerte, sino que también afecta directamente a familiares y seres queridos.
Actualmente, el Alzheimer es la sexta causa de muerte común en los Estados Unidos, con un aumento del 55% entre 1999 y 2004. Estas cifras motivan a los científicos e incluso a celebridades a aunar esfuerzos para profundizar en los mecanismos de desarrollo de la enfermedad y llegar al desarrollo de una cura.
El secreto podría estar en la longevidad de los delfines
Los delfines pertenecen a un orden de mamíferos llamados cetáceos que se ha adaptado para vivir en el agua, no obstante y a pesar de que los humanos somos seres terrestres, las similitudes entre el cerebro de los delfines y el cerebro humano son evidentes y podrían ocultar información clave.
La razón de esta similitud está en que el cerebro de los delfines, así como el de otros cetáceos, se ha estado expandiendo en los últimos 50 a 60 millones de años, un proceso llamado encefalización que ha influido en las complejas relaciones sociales que mantienen los delfines.
Sumado a esto, se halla el factor longevidad que comparten también los delfines y los humanos, lo cual podría sugerir que ambas especies hayan desarrollado maquinarias moleculares y características patológicas similares, incluidas enfermedades neurodegenerativas similares, vinculadas con el hecho de que vivan tanto tiempo.
Esta información es clave porque la longevidad es uno de los factores más relevantes en las enfermedades neurodegenerativas.
Los cetáceos son excepcionalmente propensos a un estado de prediabetes y son uno de los pocos animales, además de los humanos, con una vida útil prolongada después de la fertilidad. Esto, aseguran los autores del estudio, indica un mecanismo que vincula una larga vida post-fertilidad con el desarrollo del Alzheimer, así como una predisposición a la resistencia a de insulina.
Los científicos también han encontrado una tendencia a desarrollar depósitos de amiloide cerebral en nuestros parientes evolutivos: los simios y los monos, y en nuestras mascotas: los perros y los gatos. También ha sido vista esta peculiaridad en animales salvajes en cautividad, como los osos.
Los expertos buscan la forma de entender por qué sucede esto, y algunas posibles razones son la mala calidad del agua, el hecho de que los animales vivan en aguas muy profundas, desequilibrio y confusión creados por cambios en el campo magnético de la tierra, contaminación por metales pesados, contaminación por compuestos, virus y parásitos o sonares de barcos que interfieren con la ecolocación de los animales.
Fuente: The Conversation; Alzheimer’s & Dementia