¿Qué causa la enfermedad de Alzheimer? Sabemos que sus inicios muchas veces pueden pasar desapercibidos, sin embargo esta pregunta sigue abierta. Un equipo de investigadores encontró que la activación o reinfección del virus de la varicela y el herpes zoster (VZV) puede desencadenar la neuroinflamación y despertar el virus del herpes simple (HSV), lo que llevaría a la acumulación de proteínas vinculadas al Alzheimer y al deterioro neuronal (Cairns et al., 2022).
Normalmente, el HSV-1, una de las principales variantes del virus, permanece inactivo dentro de las neuronas del cerebro, pero cuando se activa conduce a la acumulación de proteínas tau y beta amiloide, y a la pérdida de la función neuronal, características distintivas de pacientes con Alzheimer. Este hallazgo no excluye la posibilidad de que otros eventos inflamatorios en el cerebro también puedan despertar el HSV-1 y conducir a la enfermedad de Alzheimer.
Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que 3.700 millones de personas menores de 50 años han sido infectadas con HSV-1, el virus que causa el herpes oral. En la mayoría de los casos es asintomático y permanece latente dentro de las células nerviosas.
Cuando se activa, puede causar inflamación en los nervios y la piel, causando dolorosas llagas abiertas y ampollas. La mayoría de los portadores tendrán síntomas muy leves o nulos antes de que el virus entre en estado latente.
El virus de la varicela zoster también es extremadamente común: cerca del 95% de las personas se infectaron antes de los 20 años. Muchos de esos casos se expresan como varicela. El VZV, que es una forma del virus del herpes, también puede permanecer en el cuerpo y llegar a las células nerviosas antes de volverse inactivo.
Más adelante en la vida, el VZV puede reactivarse y causar culebrilla, una enfermedad caracterizada por ampollas y nódulos en la piel que se forman en forma de banda. Pueden ser muy dolorosos y durar semanas o incluso meses. Una de cada tres personas eventualmente desarrollará un caso de culebrilla en su vida.
El vínculo entre el HSV-1 y la enfermedad de Alzheimer solo ocurre cuando el HSV-1 se ha reactivado para causar llagas, ampollas y otras afecciones inflamatorias dolorosas.
Qué metodología usaron
Para comprender mejor la relación de causa y efecto entre los virus y la enfermedad de Alzheimer, los investigadores recrearon entornos similares a cerebros en pequeñas esponjas en forma de dona de 6 milímetros de ancho hechas de proteína de seda y colágeno.
Poblaron las esponjas con células madre neurales que crecen y se convierten en neuronas funcionales capaces de pasar señales entre sí en una red, tal como lo hacen en el cerebro. Algunas de las células madre también forman células gliales, que normalmente se encuentran en el cerebro y ayudan a mantener las neuronas vivas y en funcionamiento.
Qué encontraron
Los investigadores encontraron que las neuronas que crecen en el tejido cerebral pueden infectarse con VZV, pero eso por sí solo no condujo a la formación de las proteínas tau y beta-amiloide características del Alzheimer. Sin embargo, si las neuronas ya albergaban HSV-1 inactivo, la exposición a VZV condujo a una reactivación de HSV y un aumento dramático en las proteínas tau y beta-amiloide, y las señales neuronales comenzaron a disminuir.
Los investigadores observaron que las muestras infectadas con VZV comenzaron a producir un nivel más alto de citoquinas, proteínas que a menudo están involucradas en el desencadenamiento de una respuesta inflamatoria. Señalaron que se sabe que el VZV en muchos casos clínicos causa inflamación en el cerebro, lo que posiblemente podría provocar la activación del VHS inactivo y un aumento de la inflamación.
Los ciclos repetidos de activación del HSV-1 pueden provocar más inflamación en el cerebro, producción de placas y acumulación de daño neuronal y cognitivo.
También se ha demostrado que una vacuna contra el VZV (para prevenir la varicela y el herpes zóster) reduce considerablemente el riesgo de demencia. Es posible que la vacuna esté ayudando a detener el ciclo de reactivación viral, inflamación y daño neuronal.
Los investigadores también notaron los efectos neurológicos a largo plazo que algunos pacientes con COVID han experimentado por el virus SARS-CoV-2, particularmente entre los ancianos, y que tanto el VZV como el HSV-1 pueden reactivarse después de una infección por COVID. En estos casos, sería aconsejable vigilar los posibles efectos cognitivos posteriores y la neurodegeneración, dijeron.
Referencia bibliográfica: Cairns, D. M., Itzhaki, R. F., Kaplan, D. L. (2022). Potential Involvement of Varicella Zoster Virus in Alzheimer’s Disease via Reactivation of Quiescent Herpes Simplex Virus Type 1. Journal of Alzheimer’s Disease. DOI: 10.3233/JAD-220287
Fuente: Science Daily