El trabajo “remoto” se ha vuelto una modalidad laboral generalizada en los últimos meses. Esta alternativa permite que muchas personas continúen con sus tareas a la vez que se cumple con las medidas de restricción ambulatoria tendientes a contener el avance de la pandemia por coronavirus.
En este contexto, las comunicaciones entre empleadores y empleados se han canalizado en gran medida a través de correos electrónicos. Si bien esta herramienta tiene sus ventajas, también favorece el intercambio de comunicaciones distantes e insensibles que, con frecuencia, pueden ser groseras. Tal situación puede aparejar consecuencias perjudiciales para los recipiendarios, afectando su bienestar general y su vida familiar, provocando un estado emocional negativo e incluso ocasionando problemas y trastornos del sueño, señalan los autores de un estudio recientemente publicado (Yuan et al., 2020). Dado el uso creciente de correos electrónicos en el ámbito laboral, esta problemática se está convirtiendo en una preocupación creciente.
Metodología
El equipo de investigación dirigió dos estudios. Para el primero, fueron encuestados 233 empleados que trabajaban en los EE. UU., acerca de sus experiencias con correos electrónicos laborales groseros y sus valoraciones fueron recopiladas.
En el segundo estudio, los investigadores examinaron diariamente los efectos secundarios de la descortesía en correos electrónicos sobre el bienestar, incluidos los problemas de los empleados para conciliar el sueño y permanecer dormidos.
Los autores definieron un aspecto activo y un aspecto pasivo de esta descortesía/grosería/falta de modales al enviar un correo electrónico. La descortesía activa, en este medio, incluye comentarios degradantes o despectivos del remitente al destinatario, y le sugiere a este último que el primero le ha maltratado. Por otro lado, la descortesía pasiva respecto de los correos electrónicos implica ignorar una solicitud u opinión del remitente, lo cual hace que sea difícil saber si el destinatario simplemente olvidó responder el correo electrónico o si realmente pretendía ignorarlo.
Hallazgos
Lidiar con correos electrónicos groseros en el trabajo puede generar estrés persistente y afectar el bienestar y la vida familiar, según los resultados del estudio.
Los correos electrónicos descorteses pueden tener un efecto negativo en las responsabilidades laborales, la productividad e incluso pueden estar relacionados con sufrir insomnio por la noche, cuestión se relaciona aún más con las emociones negativas a la mañana siguiente, sugieren los autores.
Las recomendaciones de los autores para mitigar el estrés que esta situación acarrea son “separarse psicológicamente” de una jornada laboral angustiante después de recibir correos electrónicos groseros. La mejor opción es desconectarse del trabajo fuera del horario laboral. Siempre que sea posible, los empleadores también deben establecer expectativas claras y razonables con respecto a las comunicaciones por correo electrónico. Establecer normas de comunicación claras y razonables puede resultar eficaz para abordar la falta de modales y evitar la presión de estar pendientes por responder correos electrónicos que puedan llegar fuera de los horarios laborales.
Referencia bibliográfica: Yuan, Z., Park, Y., & Sliter, M. T. (2020). Put you down versus tune you out: Further understanding active and passive e-mail incivility. Journal of Occupational Health Psychology, 25(5), 330-344. https://doi.org/10.1037/ocp0000215
Fuente: Science Daily