¿Podría el cambio de dieta desempeñar un papel en la desaceleración o incluso la prevención del desarrollo de la demencia? Esta pregunta ha sido objeto de investigación durante mucho tiempo, y un nuevo estudio realizado por la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV), nos acerca un paso más a descubrir la respuesta. El estudio, dirigido por un equipo de investigadores del Instituto de Medicina Personalizada de Nevada (NIPM) en la UNLV y publicado en la revista Nature Scientific Reports, ha examinado datos de numerosos estudios previos sobre la conexión entre el intestino y el cerebro. Los resultados revelan un vínculo significativo entre ciertos tipos de bacterias intestinales y la enfermedad de Alzheimer, reforzando así la sospecha de una relación de larga data entre la salud intestinal y esta enfermedad neurodegenerativa.
El intestino humano alberga entre 500 y 1000 especies de bacterias en un momento dado, y la cantidad y diversidad de estos microorganismos pueden estar influenciadas por factores genéticos y dietéticos. El análisis realizado por el equipo de la UNLV ha encontrado una correlación significativa entre 10 tipos específicos de bacterias intestinales y la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Se identificaron seis categorías de bacterias (Adlercreutzia, grupo Eubacterium nodatum, Eisenbergiella, grupo Eubacterium fissicatena, Gordonibacter y Prevotella9) como protectoras, y cuatro tipos de bacterias (Collinsella, Bacteroides, Lachnospira y Veillonella) como factores de riesgo.
Algunas bacterias presentes en el intestino humano pueden secretar ácidos y toxinas que se filtran a través del revestimiento intestinal, interactúan con el gen APOE (identificado como un factor de riesgo importante para la enfermedad de Alzheimer) y desencadenan una respuesta neuroinflamatoria. Esto afecta la salud del cerebro y varias funciones inmunitarias, potencialmente promoviendo el desarrollo del trastorno neurodegenerativo.
Los investigadores sostienen que este nuevo descubrimiento de los distintos grupos bacterianos asociados con la enfermedad de Alzheimer proporciona un mayor entendimiento sobre la relación entre la microbiota intestinal y esta forma de demencia tan común en todo el mundo. Además, avanza en la comprensión de cómo un desequilibrio en la microbiota puede desempeñar un papel en el desarrollo del trastorno.
El profesor de investigación de la UNLV, Jingchun Chen, afirmó: “La mayoría de los microorganismos presentes en nuestros intestinos se consideran bacterias beneficiosas que promueven la salud, pero un desequilibrio de estas bacterias puede ser perjudicial para el sistema inmunológico y estar relacionado con varias enfermedades, como depresión, enfermedades cardíacas, cáncer y enfermedad de Alzheimer. El mensaje final aquí es que nuestros genes no solo determinan si tenemos riesgo de una enfermedad, sino que también pueden influir en la abundancia de bacterias en nuestro intestino”.
Aunque el análisis realizado estableció categorías generales de bacterias típicamente asociadas con la enfermedad de Alzheimer, el equipo de la UNLV destaca que se necesita más investigación para profundizar en las especies bacterianas específicas que influyen en el riesgo o la protección.
La esperanza es poder desarrollar tratamientos personalizados en el futuro, teniendo en cuenta la composición genética de cada paciente, como medicamentos o cambios en el estilo de vida. Estudios previos han demostrado que los cambios en el microbioma intestinal a través del uso de probióticos y la modificación de la dieta pueden tener un impacto positivo en el sistema inmunológico, la inflamación e incluso la función cerebral.
“Con más investigación, sería posible identificar una trayectoria genética que podría apuntar a un microbioma intestinal que sería más o menos propenso a desarrollar enfermedades como el Alzheimer”, afirmó Davis Cammann, autor principal del estudio y estudiante graduado de la UNLV. “Sin embargo, también debemos recordar que el microbioma intestinal está influenciado por muchos factores, incluido el estilo de vida y la dieta”.
Referencia: Davis Cammann, Yimei Lu, Melika J. Cummings, Mark L. Zhang, Joan Manuel Cue, Jenifer Do, Jeffrey Ebersole, Xiangning Chen, Edwin C. Oh, Jeffrey L. Cummings, Jingchun Chen. Genetic correlations between Alzheimer’s disease and gut microbiome genera. Scientific Reports, 2023; 13 (1) DOI: 10.1038/s41598-023-31730-5