Cuando ví este video quedé fascinada. Me pareció genial, alcanzable e inalcanzable a la vez. Es que vivo en Argentina, país que desde hace un tiempo hasta la fecha sufre recortes presupuestarios en ámbitos donde los recursos ya eran escasos y que son imprescindibles para el crecimiento y el futuro de la nación: me refiero específicamente a Salud y Educación.
En esta charla Ted vemos un barrio llamado Hogeweyk, en una pequeña ciudad muy cerca de Ámsterdam, en Holanda. Como cualquier vecindario, tiene casas, un pequeño centro comercial, restaurante, bar, supermercado, un club y un teatro.
¿Lo más importante? Es un geriátrico para gente con demencia avanzada que necesita atención las 24 hs del día, los siete días de la semana.
Según las estadísticas, la demencia afecta a cerca de 50 millones de personas en el mundo.
“La demencia es una enfermedad terrible para la que aún no tenemos cura. Se está convirtiendo en un problema grave, para la gente, para los políticos, para el mundo. Se está volviendo un problema muy serio. En los geriátricos tenemos listas de espera. La mayor parte de la gente con demencia que entra en un geriátrico son mujeres,” señala Yvonne van Amerongen, terapista ocupacional y trabajadora social que ha trabajado por más de 30 años en geriátricos, hospitales psiquiátricos y centros de rehabilitación.
En el año 1992, cuando se desempeñaba como administradora del sector de atención médica de Hogeweyk, ella y su equipo de trabajo comentaban que lo que hacían ahí no era lo que querían para sus padres, para sus amigos, para ellos mismos. Y se dieron cuenta que nada cambiaría si sólo seguían hablando. Pero ellos estaban a cargo y decidieron hacer algo que los invitara a querer llevar a sus padres a ese lugar.
Tuvieron presente que la demencia es una enfermedad que afecta al cerebro, que la mente está confundida, y esto genera en quienes la padecen ansiedad, depresión y agresividad. En los geriátricos tradicionales se vive en un ambiente de hospital, con médicos, enfermeros y paramédicos con uniforme. Un ambiente que los confunde aún más, y los hace anhelar volver a sus hogares, a sus vidas… Y esta fue la idea que guió el diseño de Hogeweyk.
https://www.ted.com/talks/yvonne_van_amerongen_the_dementia_village_that_s_redefining_elder_care
Podés activar los subtítulos en español.
“Todos los residentes que viven aquí necesitan tratamiento médico, sí. Todos tienen medicación. Todos tienen demencia avanzada. Pero primero son personas. Por eso es que aquí hay personas viviendo con demencia, y no gente demente,” resaltó en una entrevista van Hal, administrador del lugar.
“Para nosotros es importante apoyarlos para que experimenten un día normal, un día que les guste y un día que reconozcan,” agregó.
Y tan importante como pensar en la experiencia cotidiana individual, es pensar en la vida social que comparten estas personas. Y esto cuenta con gran respaldo científico. Se ha demostrado que la soledad es tan mortal como fumar, y dos veces más letal que la obesidad (Holt-Lunstad, Smith, & Layton, 2010).
¿Cómo lo lograron?
“Se necesita una administración que se atreva a hacerlo, a hacer las cosas de modo diferente a como siempre se han hecho en un geriátrico tradicional,” dice Yvonne. “Sabemos que funciona. Creemos que esto se puede hacer en todas partes, porque esto no es para los ricos. Lo hemos logrado con el mismo presupuesto que tiene cualquier geriátrico tradicional en nuestro país. Trabajamos solo con el presupuesto estatal.”
Referencia del estudio:
Holt-Lunstad, J., Smith, T. B., & Layton, J. B. (2010). Social relationships and mortality risk: a meta-analytic review. PLoS Medicine, 7(7), e1000316. https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1000316
Fuente: Ted
2 comentarios
La 4RI, la IA, la gestión del big data y la IoT son porte y causa de la volatilidad de las emociones, la constante incertidumbre, la complejidad que conlleva la interacción entre envejecimiento, vejez y enfermedades. Pero lo más angustiante para los que envejecen en casa es la ambigüedad de los vínculos parentales, donde la injusticia social, las desigualdades y la pobreza compromete seriamente la salud mental de todas las edades. ¿Gestionar y evaluar esta realidad se puede hacer con el modelo conductual de los profesionales de la salud del sobrevivientes del siglo pasado?
¿Es la vejez-envejecimiento un nuevo tiempo incierto con y para todas las edades camino al 2060? ¿Quién cuidara de ti en tiempos de vejez en mundo sin niños, sin hijos, pobre y sin empleo de larga duración? ¿Cómo afecta la falta de “sintonía emocional” profesional humanizada en los cuidados crónicos complejos? ¿Cómo gestionar la empatía, el humanismo y la compasión en los cuidados socio-sanitarios en tiempos de vejez?
Posted by Carlos Gil Galvez, gerontólogo intervencionista y director médico de la RED LATINOAMERICANA DE GERONTOLOGÍA CLÍNICA Y SOCIAL.
Excelente crónica estimada María Fernanda. Hay que destacar como la arquitectura puede estar al servicio de la psicología. Como el diseño urbano-arquitectónico influye en el estado anímico, en la percepción y en las emociones de las personas que hacen uso de los espacios y ambientes en los que vivimos. Algo que hoy en día suele denominarse Arquitectura Conductual, y que desde años atrás, aquí en Lima, Perú, venimos investigando. Replicar este concepto de diseño en Latinoamérica sería interesante. Aunque somos conscientes que no sólo es una cuestión de “decisión”. El aporte de todos los profesionales de la salud es valioso, a fin de integrar el diseño arquitectónico (y por ende a los arquitectos) a la clínica y al tratamiento no sólo de las demencias avanzadas, crónicas o degenerativas (incluyo el letal alzheimer), sino a todos los trastornos mentales. Afectuosamente desde el Perú.
Comentarios no permitidos.