Carlos Oreyana Ayala deja muy claro el porqué no se deben considerar el uso de células madre como un tratamiento para el autismo:
Recientemente se ha planteado el uso de células madre como tratamiento en los Trastornos del Espectro del Autismo, las propuestas que vemos en el mercado son preocupantes porque en este momento este tipo de tratamiento no es éticamente correcto y no está científicamente validado, no puede proponerse dicha terapia por cuando no sabemos si funciona, no sabemos cómo funciona y tampoco conocemos su perfil de efectos secundarios y de largo plazo.
En el 2012 John Gurdon y Shinya Yamanaka recibieron el Premio Nobel de Fisiología-Medicina por sus descubrimientos en la reprogramación y maduración de células madre; Gurdon sentó las bases de este conocimiento y Yamanaka lo desarrolló llegando hasta las células madre pluripotenciales inducidas que provienen del mismo paciente y evitan el rechazo (al trasplante de células). El mismo Yamanaka advirtió sobre el uso indiscriminado de células madre ofertado por instituciones sin el debido respaldo científico.