Hace unos días distintos medios publicaron una noticia en donde se aseguraba que se había descubierto un nuevo órgano. Sergio Ferrer diseccionó la investigación para Hipertextual y esto fue realmente lo que se encontró:
El artículo publicado la semana pasada en la revista Scientific Reports no hace referencia al descubrimiento de un nuevo órgano ni sugiere que el intersticio pueda ser considerado como tal. Los autores aseguran que “la anatomía y composición del espacio intersticial entre las células se entiende cada vez mejor”, si bien su localización y estructura es descrita “vagamente en la literatura científica”.
Mediante una técnica microscópica que muestra tejidos vivos en lugar de fijados, los autores describen “la anatomía e histología de un espacio lleno de líquido, previamente no identificado aunque extendido y macroscópico. Una nueva expansión y especificación del concepto del intersticio humano”. Expandido, pero no descubierto. ¿De dónde sale la idea del nuevo órgano?
El origen de la información está en la nota de prensa publicada en el servicio de noticias científicas Eurekalert!, del que se nutren medios de todo el mundo. El titular: “Un ‘órgano’ nuevo había sido omitido por los métodos estándar”. Citando como fuente a los autores, se asegura que los investigadores “han identificado una característica de la anatomía humana previamente desconocida” y que el estudio es el primero que identifica al intersticio como un órgano “por derecho propio”.
El problema es que el espacio intersticial es conocido desde hace al menos 200 años y los expertos no tienen tan claro que se pueda considerar un órgano.
Un buen recordatorio de qué hay que ser muy cuidadosos cuando nos encontramos con titulares tan rimbombantes. Muchos de estos medios no se dan el trabajo de revisar ni el abstract de las investigaciones que publican porque tienen que sacar la “noticia” lo más rápido posible para no perder la atención de su audiencia.