El libro es un formato que ha perdurado durante siglos, y que difícilmente puede ser sustituido. A diferencia del CD o el DVD, o del vinilo, que lo sustituido es simplemente el dispositivo donde se consume el producto audiovisual, el libro es más que un dispositivo de lectura, es también la propia lectura. En un DVD no podemos ver una película (necesitamos un reproductor de DVD), pero el libro es, simultáneamente, receptáculo de la información y reproductor de la misma.