La memoria juega un rol clave en la manera en que interpretamos el mundo y cómo organizamos nuestras experiencias y expectativas. Especialmente los recuerdos positivos.
La investigación del American Psychological Association y publicada en Health Psychology, describe que las personas que tienen recuerdos positivos de su infancia, principalmente de la relación con sus padres, tienen mejor salud, sufren menos de depresión y menos enfermedades crónicas durante su vida adulta. Probablemente porque las personas personas con buenos recuerdos pueden sufrir menos de estrés y mantienen mejores hábitos de salud.
El efecto de los recuerdos positivos se desprende de dos investigaciones que se desarrollaron en Estados Unidos con más de 22,000 personas que tenían entre 18 y 40 años de edad, a los que se les preguntó directamente sobre el tipo de relación que tenían con sus padres durante la infancia, su estado de salud, enfermedades crónicas y síntomas depresivos.
Las personas que tenían buenos recuerdos de la relación que tenían con sus madres durante la infancia tenían mejor estado de salud y menos síntomas depresivos durante su adultez. Aquellos que reportaron tener recuerdos recuerdos con sus padres también reportaron menos síntomas depresivos.
Pero los beneficios no terminan ahí. En otra serie de estudios lo investigadores también encontraron que las personas con recuerdos positivos de su infancia sufrían menos de enfermedades crónicas.
No importa cuanto tiempo haya pasado desde que las personas tuvieron las experiencias positivas con sus padres. Los datos demostraron que los beneficios de los recuerdos positivos se mantenían estables incluso 50 años después.
Rerefencia del estudio original: William J. Chopik and Robin S. Edelstein. Retrospective Memories of Parental Care and Health from Mid to Late Life. Health Psychology, 2018 DOI: 10.1037/hea0000694
Fuente: APA