Las actividades extracurriculares, tales como las clases de música, o los clubes deportivos, cumplen un rol importante en la dinámica familiar. Para conocer mejor dicho rol, un grupo de investigadores realizó entrevistas semiestructuradas a 48 familias de clase media del noroeste de Inglaterra.
Los científicos consideraron que estas actividades organizadas han sido poco investigadas y sin embargo forman parte central de la rutina de familias de clase media.
Según los datos arrojados por las entrevistas, el 88% de los niños (cursando primaria) participaban de actividades extracurriculares, de 4 a 5 días a la semana. Además, el 58% hacían más de una actividad una tarde.
Las actividades organizadas eran parte de la mayoría de éstas familias, especialmente si tenían más de un hijo. Y esto trae consecuencias en varios aspectos: se reduce el tiempo de calidad pasado en familia, hay menos dinero en la casa y la energía de los papás disminuye bastante. Muchos niños terminan agotados por esta rutina, también.
Pero, ¿porqué los padres consideran que se debe hacer este sacrificio de tiempo, dinero y energía? De acuerdo con los investigadores, existen presiones de otros padres, de los niños y de la misma escuela para tener un horario extracurricular apretado.
La Dra. Sharon Wheeler, autora principal del estudio, opina que los padres llevan a sus hijos a dichas actividades porque perciben que esto significa ser buenos padres, que es parte de darles las mejores oportunidades. Bajo su perspectiva hay beneficios a corto plazo: mantenerse en forma y saludable, aprender nuevas habilidades y hacer más amigos ; y también a largo plazo: mejorar sus posibilidades laborales.
Sin embargo, Wheeler nota que su investigación parece indicar algo diferente. Es verdad que se obtienen algunos de estos beneficios, pero las actividades organizadas pueden limitar considerablemente los recursos de los padres y deteriorar las relaciones familiares, además pueden producir un daño potencial al desarrollo y bienestar del chico.
Aunque hoy muchas familias poseen más de un auto y hay un aumento de mamás que trabajan, lo que facilita la accesibilidad y conveniencia de las actividades extracurriculares, Wheeler y sus colegas advierten que los papás no deberían sobrepasarse, llenando excesivamente los horarios de sus hijos.
Tal vez muchos padres que sienten presión de invertir en dichas actividades, pero se preocupan por los efectos en la familia, al conocer estos datos puedan aliviarse y planear un horario menos loco.
Los autores no parecen estar en contra de las actividades extracurriculares, pero si advierten que es mala idea llenar el horario de los niños, porque no solo se cobra en dinero sino también en la calidad de las relaciones familiares.
La psicóloga Jennifer Delgado Suárez, dice sabiamente que los niños necesitan “(…) una vida más sencilla y despreocupada, así como más tiempo con los padres.”
De todos modos debemos considerar que, como decían los científicos, no existen muchas investigaciones sobre el tema todavía. La mayoría se ha realizado en población adolescente y no en niños de primaria, además no se suele considerar en éstas el impacto en la vida familiar. Es necesario que se siga estudiando para entender mejor los efectos en la familia y en el desarrollo del niño.
Referencia del estudio original: Sharon Wheeler, Ken Green. ‘The helping, the fixtures, the kits, the gear, the gum shields, the food, the snacks, the waiting, the rain, the car rides … ’: social class, parenting and children’s organised activities. Sport, Education and Society, 2018; 1 DOI: 10.1080/13573322.2018.1470087
Fuente: Science Daily