Gracias a los avances de la terapia antirretroviral en los últimos 30 años, el VIH/SIDA ha pasado de ser una enfermedad aguda a una crónica. Pero, mientras que los pacientes son más longevos, las investigaciones indican que experimentan discapacidades cognitivas en una proporción más alta que las personas sin dicha enfermedad.
Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham, y publicado en Octubre de este año en el Journal of Association of Nurses in AIDS Care, muestra que los ejercicios de entrenamiento cognitivo pueden ayudar, mejorando la velocidad de procesamiento mental y la habilidad de completar tareas cotidianas en adultos de mediana edad y mayores, que padecen VIH.
“Hoy, más del 25% de las personas que viven con VIH en los Estados Unidos son mayores de 50,” dice el autor principal, Dr. David Vance, profesor asociado en la Escuela de Enfermería de la UAB, director asociado del Centro de Investigación en Enfermería de la UAB y científico en el Centro Edward R. Roybal para Investigación en Gerontología Aplicada, de la misma universidad. Alrededor del 30% al 60% de los adultos que viven con VIH, experimentan problemas cognitivos en algún momento de la enfermedad, una condición conocida como “Trastornos neurocognitivos asociados al VIH.” Es imperativo para las personas que padecen VIH y para sus equipos de tratamiento, ser proactivos en dirección a los problemas cognitivos cuando emergen, porque la falta de tratamiento de estas cuestiones – que imitan al envejecimiento prematuro – puede llevar a dificultades para vivir y trabajar de forma independiente.”
En un estudio piloto conducido en la UAB, 46 adultos con VIH de mediana edad y mayores, fueron asignados al azar a 10 horas de entrenamiento en velocidad de procesamiento computarizado o a no hacer dicho entrenamiento. “Velocidad de procesamiento” hace alusión a cuán rápido puede una persona llevar a cabo automáticamente tareas simples – como asimilar información, comprender relaciones y desarrollar conclusiones razonables – que requieren atención y concentración enfocada sin tener que pensar en ellos realmente.
El entrenamiento en velocidad de procesamiento es esencialmente, un ejercicio del cerebro. El estudio de la UAB involucra la utilización de un programa de computadora para realizar actividades desafiantes diseñadas para preservar, mejorar o desarrollar habilidades cognitivas. Los investigadores midieron las funciones cognitivas de cada grupo antes y después del estudio. El estudio utilizó el entrenamiento en velocidad de procesamiento computarizado del Posit Science para el grupo experimental.
El entrenamiento en velocidad de procesamiento ha sido estudiado de forma extensiva en adultos mayores, dice Vance. “Estos estudios han mostrado que incluso cuando la gente envejece, los entrenamiento computarizados mejoran la velocidad de procesamiento, prolongan la atención visual y el tiempo complejo de reacción. La meta fue ver si lo mismo era cierto para las personas con cuestiones cognitivas relacionadas con el VIH.”
Ese resultó ser el caso, dice Vance. “El grupo que realizó el entrenamiento computarizado mostró mejoras significativas en la velocidad de procesamiento visual y en la atención – una medida importante de la función cerebral – así como actividades de la vida cotidiana cronometradas, que miden cuán rápido puede una persona realizar actividades diarias, versus un grupo que no usó el entrenamiento computarizado,” explica el.
En una encuesta, los participantes que hicieron el entrenamiento computarizado también indicaron que sentían que el entrenamiento había mejorado su funcionamiento moderadamente en habilidades mentales, memoria, velocidad de procesamiento y atención.
“Este estudio muestra a las personas con VIH que tiene opciones no farmacológicas para considerar y que pueden mejorar el funcionamiento cognitivo en áreas que afectan directamente la calidad de vida,” dice Vance. “Basados en esta investigación, mi equipo podría sugerir el ejercicio cognitivo a gente con VIH que ha notado problemas y quiere mejorar su salud mental.”
Vance agrega que incluso aunque este fue un estudio con grupos pequeños, los descubrimientos son alentadores y que próximos estudios sobre esta clase de intervención podrían incluir muestras de pacientes y comparar diferentes tipos de ejercicios de entrenamiento cognitivos.
Fuente: www.uab.edu