Cuando las personas mayores se mantienen activas, sus cerebros tienen más de una clase de proteínas que mejoran las conexiones entre las neuronas para mantener una cognición saludable, según ha descubierto un nuevo estudio. Este impacto protector se encontró incluso en personas cuyos cerebros en la autopsia estaban plagados de proteínas tóxicas asociadas con el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. (Casaletto et al., 2022)
Los efectos beneficiosos de la actividad física sobre la cognición se han demostrado en ratones, pero han sido mucho más difíciles de demostrar en las personas. Este es el primer trabajo que muestra que la regulación de proteínas sinápticas está relacionada con la actividad física y puede impulsar estos resultados beneficiosos a nivel cognitivo en humanos.
Por qué es importante
Mantener la integridad de estas conexiones entre las neuronas puede ser vital para defenderse de la demencia, ya que la sinapsis es realmente el sitio donde ocurre la cognición, explican los autores. La actividad física, una herramienta fácilmente disponible, puede ayudar a impulsar este funcionamiento sináptico.
Qué metodología usaron
Los investigadores utilizaron los datos del Proyecto Memoria y Envejecimiento de la Universidad Rush, que rastreó la actividad física en la vejez de los participantes mayores, quienes también acordaron donar sus cerebros cuando murieran.
Qué encontraron
El equipo halló que las personas mayores que permanecían activas tenían niveles más altos de proteínas que facilitan el intercambio de información entre neuronas. Este resultado concordaba con un hallazgo anterior del mismo equipo, según el cual las personas que tenían más de estas proteínas en el cerebro cuando morían, eran más capaces de mantener su cognición a una edad avanzada.
A los investigadores les sorprendió encontrar que los efectos iban más allá del hipocampo, el asiento de la memoria del cerebro, para abarcar otras regiones del cerebro asociadas con la función cognitiva.
Es posible que la actividad física ejerza un efecto de sostenimiento global, apoyando y estimulando la función saludable de las proteínas que facilitan la transmisión sináptica en todo el cerebro, señalaron.
Las sinapsis protegen los cerebros que muestran signos de demencia
Los cerebros de la mayoría de los adultos mayores acumulan amiloide y tau, proteínas tóxicas que son características de la patología de la enfermedad de Alzheimer. Muchos científicos creen que el amiloide se acumula primero, luego el tau, lo que hace que las sinapsis y las neuronas se desmoronen.
Casaletto descubrió previamente que la integridad sináptica, ya sea medida en el líquido cefalorraquídeo de adultos vivos o en el tejido cerebral de adultos sometidos a autopsias, parecía amortiguar la relación entre amiloide y tau, y entre tau y neurodegeneración.
En los adultos mayores con niveles más altos de proteínas asociadas con la integridad sináptica, esta cascada de neurotoxicidad que conduce a la enfermedad de Alzheimer parece estar atenuada, explicó el autor. Tomados en conjunto, estos dos estudios muestran la importancia potencial de mantener la salud sináptica para apoyar al cerebro contra la enfermedad de Alzheimer.
Referencia bibliográfica: Casaletto, K., Ramos-Miguel, A., VandeBunte, A., Memel, M., Buchman, A., Bennett, D., & Honer, W. (2022). Late-life physical activity relates to brain tissue synaptic integrity markers in older adults. Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association. https://doi.org/10.1002/alz.12530
Fuente: Science Daily