A estas alturas se sabe tanto sobre los beneficios de la actividad física para nuestra salud que debería ser parte de la rutina diaria de todas las personas de cualquier edad y sexo.
Ni siquiera es necesario que la OMS nos lo recuerde, pero se sabe que mejora la salud ósea, ayuda a controlar el peso y, por ende, también disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y ACVs.
Además, en Psyciencia hemos escrito solo sobre algunos de sus beneficios en salud mental, hemos dicho por ejemplo que puede:
- Reducir la ansiedad.
- Mejorar el rendimiento escolar de niños con TDAH y hasta podría atenuar algunos síntomas.
- Incrementar la capacidad cognitiva.
- Beneficiar a la salud cerebral.
- Reducir la ideación suicida en víctimas de bullying.
- Y funcionar como factor protector para la depresión en niños.
Con los beneficios a nivel cognitivo antes mencionados y su importancia para la salud del cerebro, no es de sorprender que se haya investigado a la actividad física en relación a la demencia y el deterioro cognitivo que ésta supone.
Un estudio reciente encontró por ejemplo que los individuos con Alzheimer tenían patrones de actividad diferentes, eran más sedentarios de mañana (cuando la mayoría de las personas son más activas) pero, con ayuda de sus cuidadores, este patrón puede cambiar (realizando ejercicios tan simples como las caminatas) y así mejorar varios aspectos de su vida como el sueño, la agitación, el deambular y el deterioro cognitivo.
Adicionalmente, otro estudio publicado en Noviembre de este año, halló que el ejercicio aeróbico (que incluye las caminatas, la bicicleta estática y usar la cinta caminadora ya sea para correr o caminar) puede compensar el encogimiento de una región cerebral clave, que mejoraría el funcionamiento de la memoria y mantendría la salud cerebral mientras envejecemos.
¿Cómo se realizó el estudio?
Fue una investigación pionera en su clase y se llevó a cabo por profesionales del National Institute of Complementary Medicine (NICM) en Australia y la División de Psicología y Salud Mental de la Universidad de Manchester en el Reino Unido.
Si bien ya habían evidencias de que el ejercicio aeróbico ayuda a mantener el hipocampo (estructura muy importante para la memoria y otras funciones cerebrales) en animales, todavía no existían estudios en humanos.
Normalmente, la salud de nuestro cerebro se deteriora con la edad. En promedio, el cerebro se encoge un 5% más cada década, luego de los 40 años.
Para el estudio, los investigadores hicieron una revisión sistemática de 14 ensayos clínicos que examinaron escáneres cerebrales realizados a 737 personas antes y después de participar en programas de ejercicio aeróbico o ser parte del grupo control.
Entre los participantes se incluyó a adultos sanos, individuos con impedimentos cognitivos moderados (como Alzheimer) y personas con un diagnóstico clínico de enfermedad mental, incluyendo depresión y esquizofrenia. Las edades oscilaron entre los 24 y los 76 años. El promedio fue de 66 años.
Específicamente, los científicos examinaron los efectos del ejercicio aeróbico como la bici estática, usar la cinta de correr y caminar. La duración de las intervenciones oscilaba entre 3 y 24 meses con un promedio de dos a cinco sesiones semanales.
A grandes rasgos, los resultados mostraron que, aunque la intervención no tuvo efectos en el volumen total del hipocampo, si incrementó significativamente el tamaño de la región izquierda del hipocampo en humanos.
El autor principal, Dr. Joseph Firth, explica que en vez de incrementar el tamaño del hipocampo, el ejercicio enlentece el deterioro del tamaño cerebral. Es decir que cumple una función de mantenimiento, mejorando la salud al envejecer.
Firth opina que hay implicaciones para la prevención de trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer, aunque se necesita más investigación en este área.
Comenzar una rutina de ejercicios, así consista solo en caminatas, es de vital importancia para nuestra salud en general, pero especialmente para el cerebro. No demores en agarrar las zapatillas y comenzar a crear el hábito de hacer ejercicios.
Fuente:PsychCentral
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