Sabemos que, especialmente desde la adolescencia, los jóvenes suelen entrar en contacto con el alcohol y otras sustancias; y que desde temprana edad experimentan con ellas, generalmente sin tener mayores conocimientos sobre sus repercusiones en la salud física y mental.
Un estudio suizo revela que cuantas más medidas legales para la prevención del consumo de alcohol hay que cumplir en un cantón, los hombres jóvenes consumen menos excesivamente. Sin embargo, esto no es efectivo para consumidores de alto riesgo como hombres jóvenes con una tendencia hacia la búsqueda de sensaciones o comportamiento antisocial.
Para este estudio se realizó una encuesta a casi 5700 hombres con una edad media de 20 años. Esta encuesta es parte del “Estudios de Cohorte sobre Factores de Riesgo de Uso de Sustancias” nacional, conducido por el Instituto de Epidemiología, Bioestadística y Prevención de la Universidad de Zúrich y el Hospital Universitario Lausanne.
El objetivo de este estudio es identificar el uso de varias sustancias en hombres jóvenes y controlarlo a largo término. El proyecto examina los antecedentes socio-ocupacionales y familiares de los hombres, sus estilos de vida y personalidad, su consumo de alcohol, tabaco, cannabis y otras sustancias, sus hábitos de juego, sus hábitos de uso de internet, su sexualidad, salud física y psicológica, y su conocimiento sobre los aspectos relacionados con la salud.
Cerca de la mitad de los encuestados son consumidores de alto riesgo, lo que significa que consumen al menos 6 o más bebidas alcohólicas en una sola sesión, cada mes. Casi un tercio de ellos también tiene problemas con el alcohol, manifestándose en comportamientos de consumo repetitivo con consecuencias o riesgos nocivos. “Los jóvenes adultos y los hombres jóvenes son más vulnerables a un alto riesgo de consumo abusivo, lo que puede convertirse en una adicción al alcohol,” dijo Meichun Mohler-Kuo, profesor del Instituto de Epidemiología, Bioestadística y Prevención de la Universidad de Zúrich. Las altas cifras registradas en Suiza concuerdan con los resultados de estudios de otros países.
En un estudio realizado por el Observatorio Argentino de Drogas (OAD), dependiente de la SEDRONAR, llamado “VI Estudio Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Enseñanza Media” (2014), cuya muestra abarcó a 1009 escuelas y 112 mil estudiantes secundarios (de ambos sexos) de todas las provincias del país, reveló que en términos generales, los consumos de sustancias psicoactivas se centran principalmente en el alcohol, luego bebidas energizantes y en menor medida tabaco y marihuana. El estudio encontró que el 70,5% de los estudiantes secundarios (7 de cada 10) consumieron alcohol alguna vez en su vida. La directora del OAD, Guadalupe García, sostuvo que las guardias de toxicología están “observando un aumento del uso combinado de psicofármacos y alcohol.” Y agregó: “el estudio muestra que las sustancias más consumidas por los adolescentes, son las de uso legal, cuya tenencia no está penalizada, aunque si la compra por parte de menores (…).” Otro dato importante de este estudio es el hallado al desagregar los consumos por tramos de edad, pues se observó que el grupo de 17 años y más es el que presenta magnitudes de consumo superiores al resto.
Los científicos suizos estudiaron la influencia de las medidas legales preventivas sobre consumo de alcohol entre los encuestados. El análisis reveló que pocos hombres consumían alcohol peligrosa o abusivamente en los cantones que contaban con más medidas preventivas. Estos resultados se hacen eco en estudios internacionales, lo que indica que la introducción de leyes sobre el consumo de alcohol lleva a un decrecimiento del consumo y de los problemas de salud relacionados con el alcohol.
En contraste, estas medidas preventivas no influenciaron a los participantes del estudio con una tendencia superior a la media hacia la “búsqueda de sensaciones” o comportamiento antisocial. Los hombres que se esfuerzan cada vez más por nuevas o excitantes experiencias, sin importar el riesgo, son más propensos al consumo peligroso de alcohol o a los problemas relacionados con el alcohol. A la misma conclusión se llegó en cuanto a los hombres con una tendencia a ignorar en gran medida las leyes y las preocupaciones de los demás. “Evidentemente es muy difícil alcanzar a los hombres que están en mayor riesgo con las medidas preventivas existentes,” explica Simon Foster, un científico del Instituto de Epidemiología, Bioestadística y Prevención de la Universidad de Zúrich. En su caso, la predisposición personal tiene una influencia mayor en el consumo de alcohol que las regulaciones legales. “Este subgrupo necesita medidas preventivas especiales que estén orientadas hacia la detección temprana y adaptadas para los perfiles de personalidad de los hombres afectados,” concluyó Foster.