La teoría de la cosificación explica que las niñas que crecen en una cultura que sexualiza los cuerpos femeninos internalizan esos estándares como propios, lo que produce mayor vigilancia corporal y aprenden a valorar su vida según su apariencia personal. Esto sucede cuando la persona es tratada como un simple cuerpo que existe para el uso y placer de los demás.
Tomando esta teoría como punto de partida, desde hace algunos años los psicólogos venimos alertando sobre los efectos negativos del contenido sexualizado que prolifera en las redes sociales sobre la imagen corporal de los adolescentes. Ahora tenemos más datos que lo sustentan.
Los datos provienen de una investigación longitudinal realizada en Alemania y publicada en la revista Sex Roles: A Journal of Research, en la que participaron 660 estudiantes de secundaria. La mitad de la muestra eran chicas y en promedio tenían 15 los de edad. Al inicio de la investigación cada uno de ellos completó un cuestionario que evaluaba sus preocupaciones sobre su propia apariencia física y también sobre el nivel de exposición a imágenes sexualizadas en Instagram y videojuegos. Las pruebas se volvieron a aplicar después de seis meses.
Los resultados muestran que aquellos pasaban más tiempo viendo contenido sexualizado eran mucho más propensos a comparar su apariencia física con otras personas y tendían a valorarse según su físico.
También encontró diferencias importantes según el medio en donde más tiempo pasan los adolescentes:
- Videojuegos: Aquellos que pasaban más tiempo expuestos a los videojuegos eran más proclives a internalizar el ideal de delgadez.
- Instagram: Mayor exposición al contenido sexualizado en Instagram se relacionó con un incremento de la vigilancia corporal.
En cuanto a las diferencias de género encontró que tanto los varones como las chicas experimentan los mismos procesos cuando se trata de la sexualización de los medios de comunicación y las preocupaciones por la imagen corporal. Pero las chicas son más propensas a internalizar el ideal de delgadez, vigilancia corporal, preocupaciones sobre la apariencia y tienen a compararse más con sus pares que los varones.
Casi todo lo que vemos en las redes sociales es mentira. Las fotos están amañadas, tienen filtros, iluminaciones y hasta posturas falsas. Por lo tanto es necesario que se implementen programas de prevención y educación que eduquen a los jóvenes sobre sobre los peligros de esos falsos mensajes sobre la imagen corporal.
Referencia del estudio: Skowronski, M., Busching, R. & Krahé, B. Predicting Adolescents’ Self-Objectification from Sexualized Video Game and Instagram Use: A Longitudinal Study. Sex Roles 84, 584–598 (2021). https://doi.org/10.1007/s11199-020-01187-1
Fuente: PsyPost