A los adolescentes les encanta el riesgo, la velocidad, el peligro y para ellos la palabra precaución es un sinónimo de aburrimiento. Pero siempre y cuando estén solo porque una nueva investigación sugiere que la presencia de las madres tendría una influencia tan profunda en el cerebro de los adolescentes que hasta podría hacer más atractivas las decisiones de precaución.
El estudio del Developmental Science se llevó a cabo con 23 adolescentes de 15 años que se le pidió que participaran en un juego que consistía en atravesar una serie de 26 semáforos en el menor tiempo posible, mientras se le aplicaba pruebas de imágenes cerebrales. En este ejercicio como en la vida real el mantener el acelerador presionado significaba que podrían completar los semáforos en menos tiempo, pero también acarreaba el riesgo de chocar lo que se traducía en un mayor retraso.
Los adolescentes completaron la actividad en dos ocasiones: primero con la presencia de su mamá y otra con la presencia de una profesora desconocida y que se les presentó a los adolescentes como una experta en el manejo de autos.
Como era de esperar, los adolescentes tomaron menos riesgos en la presencia de su madre en comparación cuando estaba la profesora experta. Sin embargo, las diferencias de las respuestas en la toma de riesgo no fue significativa.
Pero el panorama cambió cuando los investigadores empezaron a evaluar las respuestas a nivel cerebral. Según sus los resultados, el cerebro de los adolescentes funcionó diferente cuando estaban en presencia de sus madres y las imágenes mostraron mayor actividad de las áreas del placer cada vez que tomaban una decisión segura durante el juego y menos activación en las áreas relacionadas con la toma de decisiones de riesgo. Al parecer la supervisión de las madres hacia que las conductas precavidas fueran más placenteras a nivel cerebral.
Otro interesante descubrimiento de este estudio fue que el cerebro de los adolescentes mostró mayor actividad en las áreas relacionadas con la toma de perspectivas cuando las madres estaban presentes, lo que sugiere que quizás ellos estaban preocupados por lo que su madre pensara de ellos.
Fuente: BPS
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