Dana Smith para The New York Times:
Numerosos estudios de laboratorio han arrojado resultados similares a los de la investigación de Cedeño: las puntuaciones en pruebas cognitivas disminuyen a medida que los científicos aumentan la temperatura ambiente. Una investigación descubrió que un aumento de tan solo dos grados —que los participantes describieron como una circunstancia aun cómoda— provocaba un descenso medio del 10 por ciento en el rendimiento en pruebas de memoria, tiempo de reacción y funciones ejecutivas.
Esto puede tener consecuencias reales. R. Jisung Park, economista especializado en medio ambiente y trabajo de la Universidad de Pensilvania, analizó los resultados de los exámenes estandarizados de preparatoria y descubrió que bajaban un 0,2 por ciento por cada medio grado por encima de 22 grados Celsius. Puede que no parezca mucho, pero el efecto puede acumularse para los estudiantes que hacen un examen en una habitación sin aire acondicionado durante una ola de calor de 32 grados.
En otro estudio, Park descubrió que cuantos más días calurosos por encima de la media había durante el curso escolar, peores resultados obtenían los alumnos en un examen estandarizado, especialmente cuando el termómetro superaba los 26,6 grados Celsius. Cree que esto puede deberse a que la mayor exposición al calor afectaba al aprendizaje de los alumnos durante todo el año.