Debo confesar que hace poco caí en el contenido de redes sociales, sobre salud mental. Vi un Tik Tok sobre cómo la cafeína puede calmar a las personas que tienen TDAH, contrario a lo que se esperaba.
Esto me dio mucha curiosidad, porque hasta donde yo sabía, el café es un factor perjudicial para el TDAH. Mucha de la literatura habla sobre cómo el café puede causar ansiedad y que por ser un estimulante, empeora los síntomas de hiperactividad.
En el video mencionan cómo algunas personas con TDAH se sienten calmadas o incluso más cansadas después de tomar café, y dan una breve explicación de las neurociencias detrás de ello.
Lo que sucede en el cerebro:
Los niveles de dopamina en una persona con TDAH son muy bajos, por lo que un estimulante como el café los eleva y crea un estado de calma. En un cerebro neurotípico, los estimulantes suben demasiado los niveles de dopamina y se puede generar ansiedad. Sin embargo, en un cerebro neurodivergente el efecto del café regula la cantidad de dopamina – lo suficiente para hacernos sentir más tranquilos, menos impulsivos y más enfocados.
Yo misma había experimentado este efecto de “calma inesperada” tras una taza de café, pero no sabía por qué. Me sorprendió aprender que se está encontrando mucha evidencia sobre los beneficios de la cafeína para el TDA/H. Incluso, hay estudios que lo comienzan a considerar como una herramienta para mitigar síntomas.
En la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Diego Redolar exploró la cafeína como opción terapéutica para aliviar algunos síntomas del TDAH. El estudio encontró que el consumo pautado de cafeína puede mejorar la atención y la capacidad de retención, tanto en adolescentes como adultos.
Javier Vázquez, uno de los autores principales, menciona que la cafeína aumentó la capacidad y flexibilidad atencional, espacial y selectiva, así como la memoria de trabajo y de corto plazo. Cuando el consumo es controlado, esta sustancia no perjudica la presión arterial.
El contrapunto
Esta investigación sugiere que la cafeína puede aliviar algunos síntomas, aunque los resultados no son concluyentes en cuanto a la hiperactividad y la impulsividad. Además, dado que la exploración se condujo sobre modelos animales, existen limitaciones para la traducción directa de resultados hacia los seres humanos.
Vazquez comparte que a pesar de los descubrimientos positivos, hay que tener cuidado para considerarlo como herramienta terapéutica. “En los diagnósticos en los que el problema es puramente atencional, la cafeína puede ser una intervención adecuada. Pero, si hay sintomatología de hiperactividad o impulsividad, debemos ser más prudentes” …
Por otra parte, esta sensación de calma y mejoría suele ser temporal. A largo plazo, el consumo excesivo y frecuente de café sigue siendo perjudicial para la salud. Cuando nuestro cerebro se acostumbra a dosis regulares de cafeína, se puede crear una adicción, y se comienzan a tolerar cantidades más grandes. Entonces, los síntomas de TDA/H se ven afectados nocivamente.
Por una parte, la mente que comenzó a tranquilizarse con la primera taza de café vuelve a su estado hiperactivo – normalmente al final del día, si se ingiere por la mañana. Esto genera insomnio, nerviosismo y más efectos secundarios.
Me parece sorprendente, aunque algo alejado a la realidad, que la cafeína pueda ser considerada como parte del tratamiento para el TDAH. Personalmente, creía que justo esta sustancia era muy contradictoria con todo lo que alivia los síntomas. Evidentemente se debe tener mucha precaución, tanto en el consumo rutinario, como para considerarla una herramienta hacia el bienestar.