La gran mayoría de las tareas cotidianas las maneja el cerebro de manera automática (vestirnos, bañarnos, lavarnos los dientes, regar las plantas) siguiendo patrones de movimientos específicos para realizarlos. De este modo, el consumo de energía de la UCCM (unidad cuerpo cerebro mente) para aprenderlas y ejecutarlas es menor; así como también la eficiencia aumenta por la repetición (las redes de neuronas implicadas aumentan su comunicación), dejando tiempo y recursos para la adquisición de nuevos conocimientos.
Se puede decir que existen dos tipos de aprendizajes:
En el implícito, el aprendizaje se produce de forma inconsciente y sin esfuerzo es decir, se aprende sin pensar en ello, por ejemplo, a través de simples repeticiones.
Mientras que en el explícito es necesario realizar un esfuerzo consciente para lograr incorporar conocimientos. Exige de atención sostenida y selectiva y de la activación de la corteza prefrontal (el área más evolucionada de nuestro cerebro). 
Los científicos consideran que no es sencillo poder distinguir entre estos dos tipos de aprendizajes debido a que ambos pueden verse influidos por el conocimiento implícito y explícito.
Un grupo de investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) y del Instituto Nacional para los Trastornos Neurológicos y el Ictus de los Estados Unidos llevaron adelante una investigación liderados por el profesor Fredrik Ullén, para descubrir la importancia del aprendizaje implícito en nuestro cerebro y cómo éste se apoya en áreas primitivas del mismo.
Para realizar su trabajo los especialistas trabajaron con voluntarios que debían realizar ciertas tareas y aplicaron durante el estudio un proceso de disociación que permite evaluar por separado las contribuciones conscientes e inconscientes en el aprendizaje y rendimiento de una tarea posterior.
Un área del cerebro estudiada relacionada con el aprendizaje y control motor fueron los ganglios basales, estos se relacionan con un neurotransmisor: la dopamina que les otorga plasticidad.
La dopamina está implicada en nuestra capacidad de aprender y fijar conocimientos, y uno de sus receptores (receptor D2) está presente tanto en el aprendizaje implícito como en el explícito.
Esta investigación reveló que el núcleo estriado (formado por el caudado, putamen, el globo pálido y el núcleo accumbens) forma parte de los ganglios basales y se activa ante el aprendizaje implícito.
Según los científicos, los resultados obtenidos corroboran firmemente la teoría de que los sistemas de aprendizaje implícito ―es decir, inconscientes del cerebro― son más simples y más antiguos desde el punto de vista evolutivo. Para Ullén, los seres humanos poseemos ciertos sistemas fundamentales de aprendizaje en común no sólo con las ratas, ratones y otros mamíferos, sino también con vertebrados mucho más primitivos como las lampreas, reptiles y anfibios, que ya contaban con un cuerpo estriado.
Resultados de otra investigación anterior sobre los receptores de la dopamina y el aprendizaje implícito y explícito, ya habían presentado cómo la actividad del núcleo estriado sustentaba el componente implícito en el aprendizaje. Además, mostraron que ciertas áreas de la corteza prefrontal como la corteza cingular anterior y la corteza ventro medial contribuían al explícito, que es cuando estamos conscientes de lo que aprendemos y que la actividad de estas regiones se desacopla cuando es esencialmente implícito.
Es sumamente valioso ser conscientes de la existencia e importancia que tiene el aprendizaje implícito en nosotros, ya que viene en nuestros genes. No necesita de la consciencia, es mucho más simple, rápido y siempre está presente debido a que se apoya en estructuras primitivas de nuestra UCCM (unidad cuerpo cerebro mente). Este tipo de aprendizaje fue el primero en existir y en él se basó nuestra supervivencia y mecanismo adaptativo.
Siempre estamos aprendiendo sin darnos cuenta, y de allí que desde la Neurosicoeducación consideremos tan importante construir contextos enriquecidos en donde los estímulos que reciba la UCCM sean a favor de la trascendencia. En la educación, en el ámbito laboral, y en todo momento deberíamos saber que no podemos dejarlo de lado y que tenerlo en cuenta no es un tema menor, para lograr que ambos aprendizajes no se vean enfrentados sino que, por el contrario, jueguen a favor de los objetivos buscados.
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Bibliografía:
- Karabanov A, Cervenka S, de Manzano O, Forssberg H, Farde L, Ullén F. Dopamine D2 receptor density in the limbic striatum is related to implicit but not explicit movement sequence learning. Proc Natl Acad Sci U S A. 2010 Apr 20;107(16):7574-9. doi: 10.1073/pnas.0911805107. Epub 2010 Apr 5.
- Destrebecqz A, Peigneux P, Laureys S, Degueldre C, Del Fiore G, Aerts J, Luxen A, Van der Linden M, Cleeremans
- A, Maquet P. The neural correlates of implicit and explicit sequence learning: Interacting networks revealed by the process dissociation procedure. Learn Mem. 2005 September; 12(5): 480–490. doi: 10.1101/lm.95605