A través de la historia el aburrimiento ha sido considerado como una incomodidad trivial y pasajera, que puede ser aliviada por un cambio simple de las circunstancias, pero según los investigadores también puede ser un factor de estrés crónico que puede producir consecuencias significativas en la salud y el bienestar de la personas. Por ejemplo: en un trabajo donde la seguridad depende de la continua vigilancia (monitoreo médico o conducir durante muchas hora un camión por la ruta), el aburrimiento, puede ser causa de muchos accidentes serios. A nivel conductual el aburrimiento ha sido vinculado con problemas de control de los impulsos: comer en exceso, abuso de alcohol y drogas y problemas con el juego.
Aunque parece claro que el aburrimiento es un problema serio, como término no ha sido definido claramente por la comunidad científicas y ha sido pobremente entendido. Esto motivó al psicólogo canadiense John Eastwood de la Universidad de York y a sus colegas de la Universidad de Guelph y de la Universidad de Waterloo a buscar el proceso mental subyacente de nuestros sentimientos de aburrimiento para así crear una precisa definición de aburrimiento y poder aplicarla a través de diferentes estructuras teóricas.
“Un estado aversivo de querer, pero siendo incapaz de comprometerse con actividades satisfactorias”
En su nuevo artículo publicado en la edición de septiembre de la revista Perspectives on Psychological Science, utilizaron los aportes de diferentes áreas de la psicología y de las neurociencias y definieron el aburrimiento como:
“Un estado aversivo de querer, pero siendo incapaz de comprometerse con actividades satisfactorias”, que surgen debido a fallas en las redes neuronales de la atención.
Específicamente estamos aburridos cuando:
- Tenemos dificultad para prestar atención a la información interior (ej: pensamientos o emociones) o información exterior (ej: estímulos ambientales) requeridos para participar satisfactoriamente en una actividad.
- Estamos conscientes del hecho de que estamos teniendo dificultad para prestar atención.
- Creemos que el ambiente es responsable de nuestro estado aversivo (ej: “esta tarea es aburrida”, “no hay nada que hacer”).
Los investigadores están confiados de que integrar los campos separados de las neurociencias cognitivas, psicología social y la psicología clínica producirá un mejor entendimiento del aburrimiento y la atención.
Con una precisa y aplicable definición del aburrimiento, los investigadores esperan ayudar a descubrir y desarrollar nuevas estrategias para resolver los problemas relacionados con él y reducir los peligros potenciales de los errores cognitivos que están generalmente asociados al aburrimiento.
Fuente: Psychological Science