Resumen:
El estrés académico es un problema significativo y frecuente en la educación superior, y constituye un factor de riesgo para múltiples dificultades emocionales y académicas.
Los objetivos de esta revisión sistemática fueron analizar la eficacia de las intervenciones no farmacológicas que se han implementado para reducir el estrés académico en estudiantes universitarios y evaluar el riesgo de sesgo de dichos estudios. De 19 bases de datos se seleccionaron 27 estudios que cumplían los criterios de inclusión.
Las intervenciones plantearon programas de atención plena o mindfulness; terapia cognitivo-conductual; psicoeducación y técnicas de relajación cuerpo-mente; entrenamiento en habilidades académicas, sociales o de afrontamiento; terapias alternativas; fomento de la actividad física; lectura de libros de autoayuda, y búsqueda de orientación universitaria.
La mayoría de estudios revisados evidenciaron reducciones de estrés académico tras sus intervenciones. Sin embargo, por lo general, presentaron importantes limitaciones metodológicas y alto o incierto riesgo de sesgo, por lo que se hace difícil determinar su eficacia real, así como la superioridad de unas intervenciones sobre otras.
Se plantea la necesidad de realizar estudios que superen dichas limitaciones en aras de poder establecer conclusiones más consistentes.