Enseñar a los estudiantes de medicina y psicología a aumentar su conciencia de los patrones habituales de pensamiento puede tener efectos positivos duraderos sobre la angustia mental y las estrategias de afrontamiento (Solhaug et al., 2019).
Para arribar a este hallazgo, 288 estudiantes de dos universidades noruegas fueron asignados aleatoriamente a un programa de 7 semanas de reducción de estrés basado en mindfulness o una condición de control inactivo.
La capacitación en mindfulness consistió en seis sesiones semanales de 1.5 horas cada una, una sesión de 6 horas en la semana siete y una práctica de mindfulness diaria recomendada, en el hogar de 30 minutos de duración. El programa incluyó ejercicios físicos y mentales, enseñanza didáctica sobre la atención plena, manejo del estrés y comunicación consciente, y discusiones grupales sobre la práctica de mindfulness.
Los investigadores evaluaron los niveles generales de angustia mental, bienestar subjetivo, afrontamiento y atención plena de los participantes antes del programa de capacitación y nuevamente 1 mes y 2 y 4 años después de la intervención.
El estudio encontró evidencia de que el programa de reducción de estrés basado en la atención plena “redujo la angustia mental y mejoró el afrontamiento de una manera pequeña pero duradera.”
El entrenamiento en mindfulness se asoció con mejoras positivas en la angustia mental, la atención plena, el manejo de la evitación y el manejo del problema centrado 4 años después de participar en el programa.
“La observación de mejoras a largo plazo en mindfulness y afrontamiento fue alentadora considerando la considerable carga de trabajo y el estrés esperado en las futuras carreras profesionales de los estudiantes, y las consecuencias perjudiciales del estrés para la calidad de la atención al paciente,” dijeron los investigadores. “Por lo tanto, nuestros hallazgos justifican el valor del entrenamiento en mindfulness como herramienta curricular.”
El programa también se asoció con mejoras en el bienestar subjetivo y la superación al buscar apoyo social. Sin embargo, estos efectos fueron solo a corto plazo y no se mantuvieron 4 años después.
Hay que destacar algunas advertencias respecto del estudio: los “participantes eran estudiantes de medicina y psicología jóvenes, predominantemente blancos y autoseleccionados. Por lo tanto, los resultados podrían no ser generalizables a otras edades o grupos étnicos, individuos con menos educación o aquellos menos motivados para realizar un curso de mindfulness,” dijeron los investigadores.
Varios participantes también abandonaron el estudio en el transcurso de 4 años, lo que podría haber influido en los resultados.
Los participantes que abandonaron “mostraron una menor adherencia a la práctica de mindfulness después de la intervención, y mayores niveles de angustia mental y menores niveles de atención plena disposicional,” explicaron los investigadores. “Por lo tanto, los resultados longitudinales podrían no ser generalizables para los estudiantes menos motivados a practicar ejercicios de atención plena y que desarrollan niveles más altos de angustia mental.”
Referencia bibliográfica:
Solhaug, I., de Vibe, M., Friborg, O., Sørlie, T., Tyssen, R., Bjørndal, A., & Rosenvinge, J. H. (2019). Long-term Mental Health Effects of Mindfulness Training: a 4-Year Follow-up Study. Mindfulness, Vol. 10, pp. 1661-1672. https://doi.org/10.1007/s12671-019-01100-2
Fuente: Psypost