Respirar hondo es la forma más rápida de regular nuestras emociones y calmarnos, según un artículo publicado en “Science” que explora las propiedades relajantes de la respiración.
Según el paper, la respiración es un movimiento rítmico antiguamente utilizado con diversos fines comportamentales, como lo son el tratamiento de la ansiedad y el manejo de la ira. Respiramos por inercia todos los días pero no exploramos lo suficiente los beneficios que este mecanismo natural nos aporta además de su participación en funciones motoras como la vocalización y la expresión emocional.
Una prueba de esto es el papel activo que la respiración consciente ha tenido siempre en prácticas como la meditación, el yoga y la psicoterapia. De hecho, se ha comprobado que respirar de forma consciente guarda relación directa con la modulación emocional y puede ayudarnos a trasladarnos de un estado de cólera o estrés a un estado de mayor tranquilidad.
Para los investigadores, la comprensión de los vínculos entre la respiración, el estado de excitación del cerebro y el orden superior de la actividad cerebral es de gran interés. De momento, se ha identificado un pequeño subconjunto aparentemente especializado de neuronas en el cerebro de ratones que forma un circuito para transmitir información sobre la actividad respiratoria a otras neuronas del sistema nervioso central, específicamente con un grupo de neuronas noradrenérgicas en tronco encefálico, que influye en el estado de excitación. Este hallazgo proporciona una nueva visión de cómo el acto motor de la respiración puede influir en las funciones cerebrales de orden superior.
Otro artículo publicado en la misma revista por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford hace referencia a los beneficios de la respiración focalizada en la meditación para regular las emociones.
En este estudio, los científicos hallaron un vínculo directo entre la respiración y la actividad cerebral. “Este vínculo quiere decir que si podemos disminuir la respiración (respirar despacio), ya sea por medio de la respiración profunda o respiraciones lentas controladas, estas neuronas no activan el centro de excitación (neuronal), y no hiper-activan el cerebro. Así puedes calmar tu respiración y también tu mente”, explica uno de los autores principales del estudio, Mark A. Krasnow.
Fuente: Science