Ante la aparición de un virus, la posibilidad de inmunizar a la especie a través de una vacuna puede demorar 6 meses o más. Sin embargo, existen otros medios de protección cuya implementación inmediata es factible y tienen un gran potencial protector, sobre todo en aquellos espacios que naturalmente son zonas de contacto humano cotidiano. Un estudio encontró que establecer medidas de distanciamiento social en el lugar de trabajo se muestra efectivo para frenar la propagación de un virus y su efectividad se potencia cuando la medida es acompañada por otras adicionales (Ahmed et al., 2018).
Los investigadores se propusieron examinar la efectividad del distanciamiento social en el lugar de trabajo para frenar la propagación de una pandemia de gripe. Con ese fin, exploraron los resultados de 15 estudios que examinaron el distanciamiento social en los lugares de trabajo fuera del sector de la salud. Doce estudios fueron estudios de modelado, lo que significa que utilizaron datos científicos para hacer predicciones. Nueve fueron estudios epidemiológicos basados en entornos reales. Los orígenes de los estudios variaron desde América del Norte, Europa, Asia y Australia.
Los investigadores utilizaron un número de reproducción (R0) para denotar la transmisibilidad de un virus dado. El número asignado representaba el número promedio de casos secundarios resultantes de un solo caso de infección.
Los resultados mostraron que para los estudios que modelaron un número de reproducción menor a 1.9, “las medidas de distanciamiento social en el lugar de trabajo solas (intervención única) mostraron una reducción media del 23% en la tasa de ataque de influenza acumulada en la población general.” Cuando el distanciamiento social en el lugar de trabajo se combinó con intervenciones adicionales (por ejemplo, cierre de escuelas, contacto comunitario reducido y tratamiento farmacéutico), esta reducción media saltó al 75%.
Un retraso en el inicio del distanciamiento social en el lugar de trabajo, así como un menor cumplimiento de las intervenciones, redujeron la efectividad en los estudios de modelado. Los investigadores sugieren varias razones para esto.
“El desencadenamiento retrasado del distanciamiento social en el lugar de trabajo impide la oportunidad de afectar los casos que ya han ocurrido y representa una oportunidad perdida para disminuir la transmisión adicional,” resaltan.
Además, sugieren que iniciar el distanciamiento social prematuramente también puede reducir la efectividad, al causar “fatiga de intervención” y disminuir el cumplimiento de las medidas de distanciamiento.
Cuatro estudios de modelado y un estudio epidemiológico proporcionaron evidencia de que el distanciamiento social en el lugar de trabajo puede retrasar el pico de un virus, mostrando un retraso medio de seis días con intervención en comparación con la no intervención.
Los estudios epidemiológicos que observaron el distanciamiento en el lugar de trabajo durante la influenza A (H1N1) de 2009 también mostraron una reducción en la seroconversión, que se da cuando el sistema inmunitario comienza a producir anticuerpos después de infectarse con un virus. Además mostraron una disminución en la enfermedad similar a la gripe. Sin embargo, los investigadores reconocen posibles sesgos en los tres estudios epidemiológicos. Solicitan investigaciones futuras para emplear más estudios epidemiológicos y examinar el distanciamiento social en una diversidad de entornos laborales.
Proyectar estos hallazgos a pandemias futuras resulta desafiante, sostienen los investigadores, y advierten que “debido a que la efectividad del distanciamiento social en el lugar de trabajo dependerá de muchos factores, incluidos R0, el momento de la implementación y el cumplimiento, es difícil estimar la magnitud probable del impacto en una pandemia futura.”
Aún así, concluyen que una combinación de distanciamiento social en el lugar de trabajo con estrategias adicionales de intervención comunitaria será más efectiva para reducir la transmisión del virus.
Referencia bibliográfica:
Ahmed, F., Zviedrite, N., & Uzicanin, A. (2018). Effectiveness of workplace social distancing measures in reducing influenza transmission: a systematic review. BMC Public Health, 18(1), 518. https://doi.org/10.1186/s12889-018-5446-1
Fuente: Psypost