El divan de Freud es uno de los iconos de la popular cuando se habla de la psicoterapia. Hoy en día hay diferentes terapias que se apartan del método de Freud. Pero es interesante saber cuales son los orígenes del diván y por qué Freud lo eligió. La BBC publicó articulo sobre ello y te comparto algunos fragmentos.
El diván del primer psicoanalista fue una cama de día de origen victoriano, según se cree entregado como regalo a un neurólogo austríaco que luego sería el padre del psicoanálisis: Sigmund Freud.
El sillón fue un donativo de una agradecida paciente llamada Madame Benvenisti y Freud lo recibió en 1890.
Es robusto y sólido, cubierto con una pesada tela multicolor iraní y decorado con unos cojines bien gastados.
“Es la pieza de mobiliario que más fácilmente se asocia con mujeres victorianas como Florence Nightingale o Elizabeth Barrett Browning”, dice Iván Ward, curador del Museo de Freud en Londres.
Freud utilizó el diván en su consulta médica antes de los días del psicoanálisis.
Experimentó con toda clase de recursos, desde electroterapia hasta masajes y baños terapéuticos, aunque finalmente terminó abandonando todas esas técnicas porque no existía evidencia de que estuvieran teniendo éxito con sus pacientes.
No fue sino hasta que su idea de la “libre asociación” se combinó con las teorías freudianas de psicoanálisis que el sillón realmente asumió un rol propio.
Freud creía que su técnica – pedirle al paciente que se acueste, sin hacer contacto visual, y pedirle que diga lo primero que se le viene a la mente- podía aportar nuevas ideas para su método psicoanalítico.
El diván ayudó a crear un ambiente que era a la vez clínico e intimista, lo que permitió que el paciente explorara libremente sus ideas y pensamientos y construyese un cuadro con el que el psicoanalista podía empezar a trabajar.
Puedes leer el artículo completo de la BBC aquí.