Las personas mayores de 50 años con depresión persistente tienen el doble de riesgo de sufrir de accidentes cerebrovasculares en comparación con aquellos que no sufren de depresión. Al comparar los resultados por género se encontró que el riesgo es más alto para las mujeres. Así reporta la investigación publicada el pasado 13 de mayo en la revista Journal of the American Heart Association.
La investigación duró 12 años y contó con 16,178 personas de 50 años o más que fueron entrevistados cada dos años sobre diferentes aspectos de su salud, como los síntomas de depresión, historia de accidentes cerebrovasculares, etc.
Al comparar los resultados de las personas con síntomas altos y bajos de depresivos se descubrió que aquellos con altos niveles tenían más del doble de probabilidades de sufrir de su primer ACV. Pero eso no es todo, sino que además, el riesgo se mantuvo elevado aún en aquellos participantes que sus síntomas habían desaparecido, especialmente en las mujeres. Otro dato interesante es que no fueron los participantes de mayor edad los que tenían mayor riesgo de ACV, sino los menores de 65 años.
¿Cual es la causa de la relación depresión – ACV?
La depresión podría influenciar el riesgo de ACV a través de los cambios fisiológicos que se relacionan con la acumulación de daño vascular a largo plazo. También la depresión podría propiciar conductas que se relacionan con los problemas cardiacos, como por ejemplo: fumar y la inactividad física, explicaron los investigadores.
Los resultados son sorprendentes, pero todavía el vínculo depresión – ACV no está muy claro y se necesita que estos datos sean replicados en otros grupos etarios, para así diseñar planes estratégicos de prevención. Pero para lograrlo tendremos que esperar varios años más para contar con la información necesaria.
Fuente: ScienceDaily