Un nuevo estudio estableció una conexión entre la depresión paterna y posteriores problemas de internalización en niñas y niños pequeños. Otro hallazgo importante fue que una relación positiva entre el padre y la madre neutraliza esta conexión.
Son pocos los datos sobre la depresión del padre y cómo ésta afecta a los niños y niñas, ya que la mayoría de las investigaciones se ha dedicado a las madres con depresión. Según el autor del estudio, esto es lamentable considerando que los padres se han involucrado cada vez más en la crianza de los hijos.
Según la evidencia encontrada, la depresión del padre tiende a causar síntomas de internalización en los niños (como la ansiedad) más que síntomas de externalización (como la agresividad). Es menos probable que los síntomas de depresión del padre afecten por medio de una crianza deficiente el comportamiento de un niño o niña ya que el padre, por lo general, tiene menos contacto directo con ellos. Sin embargo, a través del modelo de afecto negativo, podría influir en el estado interior del niño o niña.
A los investigadores les interesaba descubrir los factores que posiblemente atenuaban esta conexión entre la depresión del padre y la adaptación del niño o niña, suponiendo que una relación positiva entre los padres y el control inhibitorio de los niños pueden ser factores protectores relevantes.
De un estudio más amplio llamado Early Steps Multisite, se obtuvo una submuestra de 166 familias. Los cuidadores primarios y sus hijos completaron evaluaciones cuando los niños y niñas tenían 2, 3 y 4 años. A los 2 y 3 años, tanto a la madre como al padre se les aplicaron medidas de depresión, calidad de la relación parental y evaluaciones del control inhibitorio de su hijo o hija. A los 4 años, se evaluaron los síntomas de internalización de los niños y niñas.
Según el análisis, la mayoría de los padres de la muestra no llenaron los criterios de depresión mayor. Entonces para el estudio, la depresión paterna se refiere al grado de los síntomas depresivos del padre y no a una indicación de depresión mayor.
Después de controlar los síntomas depresivos de las madres, se encontró que los síntomas depresivos de padres cuando los niños tenían 3 años se relacionaban positivamente con los problemas internalizantes en los niños y niñas a los 3 años.
La relación entre papá y mamá pareció ser un factor protector para la adaptación del niño o niña, en concordancia con las predicciones de los investigadores. A medida que se encontraban puntajes más altos en la calidad de la relación interparental, la depresión paterna (cuando los niños tenían 3 años) ya no estaba asociada con los problemas futuros de internalización de los niños (a los 4 años).
También, el control inhibitorio de los niños pareció ser un factor protector adicional, ya que a los 4 años eran inexistentes para los que mostraban alto control inhibitorio. De acuerdo a los autores, esto se debe a que “es probable que los niños con un alto nivel de control inhibitorio sean capaces de resolver más problemas de forma independiente y requieran menos apoyo y andamiaje de sus padres, lo que reduce la tensión del cuidado de los padres”.
El estudio estaba conformado por una muestra de alto riesgo de familias de bajos ingresos, y con diversas razas y etnias, lo que representa una fortaleza de la investigación. Por otro lado, una limitación que mencionan los investigadores es que el cuidado de estas familias fue variable ya que pocos padres estuvieron presentes en cada evaluación.
Una de las recomendaciones de los autores es que en estudios posteriores se tome en cuenta la participación del padre y se compare si los datos difieren entre los padres más involucrados y los menos involucrados.
Referencia del estudio: Taraban, L., Feldman, J.S., Wilson, M.N. et al. Sad Dads and Troubled Tots: Protective Factors Related to the Stability of Paternal Depression and Early Childhood Internalizing Problems. J Abnorm Child Psychol 48, 935–949 (2020). https://doi.org/10.1007/s10802-020-00649-0
Fuente: PsyPost