La sensación se define como un proceso por el cual los receptores sensoriales y el sistema nervioso reciben y representan la energía de los estímulos que provienen del ambiente.
Los sistemas sensoriales les permiten a los organismos obtener toda la información que necesitan. A continuación dejamos unos ejemplos:
- La mariposa del gusano de seda macho tiene receptores tan sensibles al olor de las hembras en celo que éstas solo necesitan liberar una milmillonésima parte de una onza por segundo de esta sustancia olorosa para atraer a los machos que se encuentran a un kilómetro y medio de distancia. Esto explica por qué siguen existiendo gusanos de seda.
- Los seres humanos también fuimos creados de un modo similar para detectar lo que, para nosotros, son características importantes del ambiente. Nuestros oídos son más sensibles a la frecuencia del sonido que corresponde a las consonantes de la voz humana y al llanto del bebé.
Las cualidades sensoriales que nos ha dado la naturaleza se ajustan perfectamente a las necesidades del ser que las recibe.
Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición, Editorial Médica Panamericana:Madrid
Imagen: Fernando Cuenca (Flickr)