En gran parte, uno es lo que recuerda. Sin la memoria no podríamos saborear los momentos felices pasados, no sentiríamos culpa o enojo por episodios dolorosos. En lugar de esto viviríamos en un tiempo presente. Cada momento sería nuevo. Pero cada persona sería un extraño, cada lengua extranjera, cada tarea (vestirse, cocinar, andar en bicicleta) constituiría un desafío nuevo. Incluso usted sería un extraño para usted mismo, al perder el sentido continuo de su yo que va desde su pasado lejano hasta el presente momentáneo.
La memoria es el almacén de la mente
Los recuerdos, a diferencia de las cintas de vídeo o las fotocopias están construidos personalmente. Y ésta es la razón por la cual dos personas pueden experimentar el mismo hecho y recordarlo de manera diferente.
La memoria es el almacén de la mente, o sea el reservorio del aprendizaje acumulado. Para el estadista romano Cicerón, era “el tesoro y el guardián de todas las cosas”. Para un psicólogo, la memoria es cualquier indicio de que el aprendizaje persiste a través del tiempo. Es nuestra capacidad para guardar y recuperar la información.
Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana: Madrid.
Imagen: Prathima Pingali (Flickr)