Al dejar de utilizar una droga, los consumidores de sustancias psicoactivas pueden experimentar abstinencia, pero además, ante la ausencia de droga en el cuerpo, el consumidor podría experimentar dolor físico y un intenso deseo, ambos indicadores de dependencia física a la sustancia específica. En otras palabras, esta dependencia es la necesidad fisiológica de una droga, marcada por desagradables síntomas de abstinencia al interrumpir el consumo.
Por otro lado, también es posible desarrollar dependencia psicológica, esto pasa muy a menudo con los medicamentos prescritos para la depresión y la ansiedad. Aunque probablemente no se produzca una adicción física, las drogas se convierten en una parte importante de la vida de la persona, una forma de aliviar sentimientos negativos.
En ambas clases de dependencia, el objetivo del consumidor será conseguir y utilizar la droga.
Fuente: Myers, D. (2006), Psicología 7ma edición. Editorial Médica Panamericana:Madrid