Ya decía el escritor Eduardo Galeano hace unos años que los escritores se daban a la tarea de crear mundos imaginarios para “juntar sus pedazos”, un enunciado con el que seguramente estarían de acuerdo los artistas visuales, musicales y plásticos.
El arte es una maravillosa ventana a nuestro mundo interior, no sólo para potencializar el don creativo y aprender a ver el mundo de forma imaginativa, también para mejorar nuestro bienestar mental y emocional.
Aunque los beneficios del arte son evidentes para quienes lo practican diariamente como un estilo de vida, siempre es positivo recapitular la evidencia que subraya sus cualidades como herramienta terapéutica, de manera que se utilice cada vez más como recurso de intervención.
El arte como terapia: una alternativa más que viable
Investigadores de la Universidad de Gloucestershire examinaron los datos de 1,300 pacientes de atención primaria en Inglaterra, los hallazgos indican que la prescripción de un curso de arte impulsó una mejora significativa en el bienestar general de los pacientes, incluso de aquellos que presentaban condiciones “muy complejas”.
Estos resultados refuerzan la enorme riqueza y potencial de métodos terapéuticos innovadores donde el factor emocional y el aprovechamiento de la creatividad son pilares críticos, tal y como se ha ido implementando progresivamente en los últimos años.
A diferencia de los cursos de arte tradicionales, el arte prescrito se basa en el libre albedrío del cliente, es decir que las personas son libres de elegir cómo desean aprender a pintar, esculpir o bailar. Los cursos son dirigidos por artistas locales y los grupos son pequeños, de manera que la participación es dinámica; adicionalmente, se maneja un principio de privacidad que mantiene en reserva los datos de los pacientes y las razones por las que asisten a los cursos.
Este modelo ha dado resultados altamente efectivos para el tratamiento de la depresión, ansiedad, acompañamiento durante el duelo o para mejorar la autoestima. Las investigaciones realzan la gran utilidad de este recurso para personas que enfrentan fuertes sentimientos de soledad o aislamiento social, ya que permite a los individuos explorar y capturar una significancia personal positiva.
Las ventajas no se limitan al terreno de la salud mental, los investigadores también encontraron relación entre el arte prescrito y una mejora importante en el bienestar de personas diagnosticadas con cáncer y diabetes.
Los resultados del equipo fueron publicados en European Journal of Public Health.
Fuente: Psypost
1 comentario
Hola, una pregunta, he leído (la persona, divulgadora científica, no aporta datos), que este tipo de terapias (la persona se refiere a la música, pero supongo que pensara de la misma forma que respeto al arte), tienen los mismos efectos que si la persona realizara cualquier actividad de ocio con la que disfrute, me gustaría conocer, si fuera posible, su opinión acerca de eso
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