Usada para darle el sabor o el color a los polvos de curry, a las mostazas, a las mantequillas y a los quesos. La curcumina parece no solo ser funcional en la cocina ya que las investigaciones sugieren que podría ser de gran utilidad en la medicina por sus efectos protectores contra las enfermedades neurodegenerativas, y también podría, algún día, ayudar a las personas con trastorno de estrés postraumático a que olviden sus malos recuerdos.
Los Investigadores de Hunter College y el Graduate Center de Nueva York se preguntaban si la curcumina podría ayudar a personas con trastorno de estrés post-traumático. En la experimentación, los investigadores alimentaron a ratas con comida regular o bolitas enriquecidas con curcumina. Luego, se las condicionó para temer a un cierto sonido, reproduciendo un tono, y tomando sus patas por sorpresa.
Los investigadores encontraron que las ratas que comieron alimentos enriquecidos con curcumina tenían un periodo mucho más largo de recuperación en la memoria del miedo, lo que puede sugerir que el compuesto juega un importante papel en el mantenimiento de los malos recuerdos.
Tenían un periodo mucho más largo de recuperación en la memoria del miedo
“La curcumina previno eficazmente la reconsolidación de la memoria del miedo, y el efecto tuvo una larga duración”, dice el Dr. Glenn Schafe,profesor y coautor del estudio. “Pudimos obtener pruebas muy convincentes de que los recuerdos del miedo perdidos, se perdieron de manera duradera.”
Aunque los descubrimientos sobre la curcumina suenen asombrosos, aún falta mucho por resolver, por ejemplo saber de qué forma la curcumina actúa en el cerebro, aunque se sospecha que tiene mucho que ver con su propiedad anti-inflamatoria. Otro inconveniente en este momento para dicho remedio natural tan prometedor, es conseguir que entre en el ser humano en una concentración lo suficientemente grande como para hacer realmente una diferencia, además las dosis elevadas de curcumina administradas en los ratones serían insostenibles si se administraran en humanos y esto podría solucionarse, según el Dr. Schafe, modificando la molécula de curcumina para que sea mucho más absorbible y tenga efectos a dosis mucho más bajas.
No se pueden sacar conclusiones para los humanos de estudios hechos en ratones, por supuesto, pero al ser tan prometedores estos resultados, los investigadores planean encontrar un día la forma de probar los efectos que podría tener la curcumina en el cerebro humano.
El estudio fue publicado en la revista Neuropsychopharmacology y puedes leer el abstract aquí.
Fuente: Time
Imagen: Secretly Healthy