¿Sabiás que, por lo general, el primer tratamiento psicofarmacológico para la depresión no es muy efectivo? De hecho, cerca del 40 al 50% de las personas no responde al primer antidepresivo que le fue prescrito, según reporta Jonathan E. Alpert, Psiquiatra y director asociado del Programa de Investigación Clínica de la Depresión, y co-fundador y co-director del grupo de práctica para la depresión y la ansiedad. Esto no quiere decir que estos tratamientos no funcionen, los estudios demuestran que las personas que se mantienen en el tratamiento obtienen una real y tangible mejoría.
Con este artículo aprenderás por qué el tratamiento psicofarmacológico puede no funcionar y qué cosas puedes hacer para mejorar.
¿Por qué el primer tratamiento no funciona?
Existen muchas razones por las cuales el primer tratamiento no funcione. Aquí detallamos algunas posibles razones:
Diagnóstico incorrecto: puede ser que la persona ha sido mal diagnosticada, lo que provocaría que el tratamiento resulte ineficaz. Por ejemplo, los síntomas del hipotiroidismo pueden parecerse a la depresión, ya que entre sus principales síntomas se destacan: significativa fatiga, falta de motivación y una dificultad de concentración. El Dr. Alpert también nos dice que una persona puede tener otro desorden psiquiátrico, como un trastorno bipolar. “En promedio, el trastorno bipolar toma alrededor de 7 años para poder ser diagnosticado, o la persona también puede tener un trastorno de personalidad”, explica la psiquiatra Kelli Hyland.
Aún, si el diagnóstico es correcto, algunas condiciones médicas pueden mitigar el efecto de los antidepresivos, sostuvo el Dr. Alpert. Estos son:
Estresores: Algunas personas viven en situaciones insostenibles, así es que no importa lo bien que el antidepresivo esté funcionando, ya que el sujeto está viviendo rodeado de estrés (en la casa, el trabajo, etc).
Adherencia: Algunas personas pueden detener su tratamiento porque están preocupados por la dependencia que les puede causar. Puede que la persona perciba que se siente mejor y por eso abandone el tratamiento, pero una vez que la persona responde a la medicación debe mantenerse en el tratamiento por un mínimo de 6 a 9 meses para asegurarse que no tendrá una rápida recaída.
Los efectos secundarios: como las náuseas, diarreas, disfunciones sexuales o aumento de peso pueden motivar a las personas a dejar el tratamiento. Sin embargo, el Dr. Alpert nos explica que estos efectos secundarios pueden ser minimizados si se reduce la dosis, se cambia a otro antidepresivos o se prescribe otra medicación que ayude a aliviar los efectos secundarios.
Consumo de Alcohol o drogas: “el alcohol y las drogas interfieren con la eficacia de los antidepresivos.” sostuvo el Dr. Alpert. Según la Dra. Hyland, una cerveza o una copa de vino puede interferir con la medicación.
Otras medicaciones: La Dra. Hyland nos explica que otras medicaciones como los esteroides y hormonas pueden interferir con los antidepresivos. Estar en un periodo perimenopáusico o menopausia también puede afectar la eficacia del tratamiento.
Problemas del sueño: Según la Dra. Hyland, el insomnio puede exacerbar el estado de ánimo, la ansiedad y las estrategias de afrontamiento. Tratar el trastorno del sueño subyacente es muy importante para que el antidepresivo tenga efecto.
Severidad del trastorno: Por lo general, a las personas diagnosticadas con depresión moderada o severa, les va mejor con medicación y terapia. Algunas veces dos o tres medicamentos no son suficientes, explicó Hyland.
El próximo paso
Los médicos realizan diferentes procedimientos en caso de que el primer tratamiento farmacológico resulte ineficaz. El Dr. Alpert inicia examinando las razones por las cuales el tratamiento médico no funcionó. Y, si puede eliminar los factores que citamos, puede también incrementar la dosis de la medicación. Además puede cambiar al paciente a otro antidepresivo de la misma clase, por ejemplo, el cambio de un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina o ISRS, a otro. También podría cambiar a un medicamento de otra clase.
Otra técnica utilizada es la adición de un medicamento que ayude a aumentar los efectos del antidepresivo inicial, sobre todo si hay evidencia de una respuesta parcial. Un ejemplo de esto es la combinación de un SSRI y el Wellbutrin que trabaja sobre la dopamina y la norepinefrina. Los psiquiatras también pueden prescribir algún antipsicótico atípico, como el Abaligy o el Seroquel, que ayuden a reforzar los efectos del antidepresivo original.
No hay que olvidar que la psicoterapia es importante también. Los estudios han demostrado que la terapia cognitivo conductual y la terapia interpersonal, son altamente efectivas para el tratamiento de la depresión. Los terapeutas ayudan a los clientes a comprender su trastorno, les enseñan diferentes estrategias para afrontar el estrés en su vida, identificar y cambiar los pensamientos disfuncionales y realizar ciertos cambios para mejorar.
¿Qué podemos hacer?
El Dr. Alpert nos dice que podemos mejorar el tratamiento si participamos activamente, mejorando nuestros hábitos de salud, a través del ejercicio, comer alimentos ricos en nutrientes y mantenerse constante con los ciclos de sueño, entre otros.
La Dra. Hyland recomienda que los pacientes practiquen mindfulness. “Esto no significa que usted tenga que hacer meditación, a menos que usted quiera, simplemente usted puede ser un observador de sus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos. Sea paciente y compasivo con usted mismo.” Ella, también sugiere que los pacientes busquen más apoyo. “Un doctor no suele ser suficiente.” Tal vez le puedas pedir a un amigo que te acompañe a la cita médica o a grupos de apoyo.
Si tiene problemas para recordar tomarse la medicación puede incorporar la toma en su rutina, por ejemplo “toma la medicación cuando te vas a cepillar los dientes en la mañana y la noche.” mantén la medicación en el mismo lugar, preferiblemente en el baño, o usa un envase para pastillas.
Comunicarse con nuestro psiquiatra
Otro factor importante para un buen tratamiento es el desarrollo de una comunicación regular con el médico. Es importante que sea honesto y que haga todas las preguntas necesarias. Aunque a veces no sabemos qué preguntar, el Dr. Alpert y la Dra. Hyland nos sugieren algunas preguntas críticas:
- ¿Qué síntomas se buscan controlar con esta medicación? Sabiendo a qué síntomas está destinada esta medicación podemos seguir el progreso de la medicación, explicó Hyland.
- ¿Debo mantener un diario sobre el estado de ánimo o sueño? esto puede ayudar a mantener un control de los síntomas, estresores y te ofrece una mejor idea sobre lo que está pasando con la medicación.
- ¿Qué otros hábitos sugiere que tengo que mantener o iniciar? Hyland nos sugiere que se empiece con una conducta o algo que le gusta hacer para reforzar el tratamiento. Por ejemplo, podría pedirle a un paciente que saque a pasear a su perro durante 10 minutos 2 o 3 veces a la semana.
- ¿Puedo agendar otro turno dentro de las próximas 2 o 4 semanas por 10 minutos? Según Hyland, muchos doctores agendan el próximo turno dentro de 6 a 8 semanas. Pero los pacientes deberían ir a controlar y hacerle saber a su médico cómo se están sintiendo o si están experimentando algunos efectos secundarios.
- ¿Estoy tomando la dosis óptima del antidepresivo? Es común que el paciente inicie tomando una dosis baja. Así que si tu primer tratamiento no funciona, entonces, tal vez estés necesitando una dosis más alta. Es importante que sepas qué dosis estás tomando, y que sepas qué planes de incrementar la dosis existen para ti.
- ¿Qué puedo hacer sobre los efectos secundarios? Los expertos nos dicen que podemos minimizar los efectos secundarios. Esto significa que se puede ajustar la dosis, cambiar de medicación, agregar otra medición, tomarla en diferentes horarios y utilizar otras técnicas, pero para reducir estos síntomas es necesario que seas honesto y claro con tu médico.
- ¿Necesito otras evaluaciones? Según Alpert, los médicos podrían realizar otras evaluaciones cuando el paciente presenta todos los síntomas de la depresión, pero no responde al primer o segundo tratamiento. Dependiendo de los síntomas, los médicos pueden revisar la tiroides, niveles de azúcar, calcio, vitamina B12 o los niveles de folato, evaluar si la persona tiene anemia o bien pueden pedirle estudios del sueño.
Sabemos que es difícil que los pacientes sean optimistas cuando ya están deprimidos y pesimistas, pero con tiempo y perseverancia podrán lograr una completa recuperación.
Este artículo fue publicado originalmente en Psychcentral y fue traducido al español por David Aparicio y Alejandra Alonso.
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