“La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente.” Han pasado más de cien años desde que Freud formuló su teoría y todavía la ciencia no ha encontrado datos que apoyen la idea de que los sueños tengan un significado oculto en el inconsciente. Las teorías neurológicas contemporáneas conciben a los sueños como productos de la actividad cerebral en las fases del sueño REM, que viajan desde el tronco cerebral hasta la corteza, las cuales representan nuestras preocupaciones e intenciones que tenemos en el transcurso del día y no deseos o conflictos reprimidos.
El diario El País nos presenta un artículo bastante acorde con los hallazgos científicos de la actualidad, nos habla de los sueños más comúnes y ofrece algunas posibles interpretaciones personales que podemos hacer a partir de la experiencia propia de nuestro día a día:
Si parece claro que todos soñamos, queda por saber si todos soñamos con las mismas cosas. A este respecto el psicólogo Nacho Coller aporta que “el 80% de los sueños suelen tratar sobre historias completamente normales, historias asociadas al trabajo, a la casa, o a la familia”. De hecho, según el experto las personas que aparecen en los sueños suelen ser conocidas, calculando que aproximadamente el 20% de las personas que aparecen son familiares y otro 50% son amistades. Además, como curiosidad, el psicólogo destaca que “en casi todos los sueños somos los actores principales y se viven en primera persona la gran mayoría de ellos”.
Algunos de los sueños más comunes:
Algo o alguien nos persigue: Según Plata este tipo de sueños suelen ser comunes en momentos “de altos niveles de ansiedad, de presión laboral o familiar o de exceso de responsabilidad”, que también puede manifestarse en sueños con algún tipo de catástrofe.
Nuestra pareja nos traiciona: Si ver a un monstruo terrible detrás de nosotros nos produce angustia, ver a nuestra pareja besando a otra persona nos puede causar pavor. Sin embargo, soñar que nuestra pareja nos traiciona es muy común. No se trata de nada premonitorio, simplemente, tal y como explica la psicóloga “puede indicar que hay una parte de nosotros que teme ser abandonado, miedo a la soledad, etc.”
No hemos estudiado para el examen: Esa situación en la que llegas a clase o al trabajo y nadie te ha avisado de que se hacía una prueba o un examen y entras en crisis. “Esto se puede dar por dos razones- incide Plata- bien porque ya lo has vivido y el sueño es una especie de recuerdo distorsionado, o bien porque se acerca un momento parecido y estás preocupado por lo que pueda pasar”. Es decir, que quizás haya algún tipo de prueba que debas afrontar en tu vida, aunque no sea precisamente un examen de matemáticas. “En todo caso lo que ocurre es que tu mente le ha dedicado o le está dedicando tanta energía en pensar o planificar ese momento, que no te libras de ese pensamiento ni durmiendo”.
Un sueño erótico con un conocido: Vale, dicen que los sueños a veces resumen nuestros pensamientos del día, y también dice que cada persona piensa entre 20 y 10 veces al día en sexo, entonces, ¿cómo no va a aparecer también en sueños? Sin embargo, tal y como insiste de nuevo la psicóloga “los sueños eróticos pueden ser por diversos motivos”. Eso explicaría por qué a veces tenemos sueños eróticos con personas que no solo no nos atraen, sino que nos perturban. “Esto puede ser producto de una mala mezcla de recuerdos y sensaciones que realiza nuestro cerebro, por lo que no tenemos que relacionar los sueños eróticos con atracciones ocultas”.
Lee el artículo completo en El País.
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