Más del 20% de los casos de anorexia nerviosa terminan con la muerte, lo que convierte a esta condición en uno de los trastornos mentales más letales. A pesar de ser una enfermedad tan peligrosa, no habían estudios controlados aleatorios que compararan qué métodos psicoterapéuticos son más efectivos para su tratamiento.
Respecto a la falta de datos convincentes el coautor del estudio, Wolfgang Herzog, explicó: “Estudios clínicos bien controlados con un nivel 5 de confianza son raros, especialmente en la terapia ambulatoria, lo que puede generar enormes problemas.”
Para resolver este problema un grupo de investigadores del University Hospitals of Heidelberg and Tübingen en Alemania, desarrolló un estudio a larga escala que evaluó dos estrategias de tratamiento y comparó sus resultados con un grupo control. Sus hallazgos fueron publicados en el último número de la revista The Lancet.
Detalladamente, la nueva investigación estudió a 242 mujeres mayores 18 años, por un periodo de 22 meses (10 meses de terapia seguidos de 12 meses de observación). El total de la muestra se dividió en 3 grupos de 80 u 82 personas que recibieron diferentes tipos de tratamientos psicológicos ambulatorios, incluyendo dos tipos de psicoterapia especialmente diseñados para el tratamiento de la anorexia y una psicoterapia tradicional (tratamiento optimizado usual) que es actualmente utilizada por el sistema sanitario alemán para las pacientes que sufren de anorexia.
Estos fueron los tres tipos de terapia:
La Terapia Psicodinámica Focalizada (TPF): se subdividió en tres fases de tratamiento. La primera fase se enfocó en la alianza terapéutica, la egosintonía del trastorno, y la autoestima. En la segunda fase del tratamiento, el foco principal se planteó en la asociación entre la relación interpersonal y la conducta alimentaria. En la última fase, los aspectos relevantes fueron la transferencia a la vida cotidiana, la anticipación de la terminación del tratamiento y la despedida.
La Terapia Cognitivo-Conductual especifica (TCC): también consistió en tres módulos de tratamiento. El manual estuvo basado en el trabajo de Fairburn. Las hojas de trabajo fueron adaptadas. Y en cada sesión se asignaron tareas para la casa y ejercicios. El foco de tratamiento se centró en la educación de los pacientes sobre el bajo peso, el hambre, el inicio y mantenimiento de hábitos alimentarios regulares y el aumento de peso. La mejora de la autoeficacia y el autocontrol son elementos cruciales de todo el proceso de tratamiento.
El Tratamiento Optimizado Usual (TPU): se desarrolló como un tratamiento optimizado llevado a cabo por psicoterapeutas experimentados seleccionados por los propios pacientes. Los médicos de los pacientes fueron incluidos en el tratamiento. Estos pacientes también visitaron cinco veces el centro donde se realizó la investigación.
La Terapia Psicodinámica Focalizada probó ser el método más exitoso.
Los resultados demostraron que las pacientes de los tres grupos lograron aumentos de peso significativos luego de terminar la terapia, manteniéndose luego en los 12 meses de seguimiento. Su IMC incrementó en un promedio de 1.4 puntos (el equivalente a 3.8 kg en promedio).
El tratamiento optimizado usual, combinado con la psicoterapia y el cuidado estructurado de un médico familiar, debería considerarse como un tratamiento inicial sólido para las pacientes con anorexia nerviosa. La Terapia Psicodinámica Focalizada demostró ventajas en términos de recuperación luego de los 12 meses de seguimiento, y la Terapia Cognitivo Conductual especifica dio lugar a un aumento de peso más rápido y mostró mejoras en la psicopatología del trastorno alimenticio.
“Al final de nuestro estudio, la Terapia Psicodinámica Focalizada probó ser el método más exitoso, mientras que la Terapia Cognitivo-Conductual específica dió lugar a un aumento de peso más rápido”, dijo el coautor del estudio Stephan Zipfel.
Cabe resaltar que, si bien la aceptación de los dos tratamientos fue alta en los pacientes, un año después de terminar el tratamiento cerca de 1/4 de los pacientes continuaron sufriendo un cuadro completo de anorexia nerviosa.
La importancia de esta investigación reside en su capacidad de brindar por primera vez conclusiones científicas sobre la efectividad de los tratamientos para tan compleja condición. Sin embargo, todavía queda mucho por investigar, ya que no contamos con datos específicos sobre qué tratamientos tempranos y de prevención son mejores para los casos de anorexia nerviosa.
Fuente:University Hospitals of Heidelberg and Tübingen; NCBI; The Lancet
Imagen: schnappischnap (Flickr)
1 comentario
La URL tiene un pequeño error con respecto al titulo. Dice Eficaz en vez de efectivo. No lo podemos borrar porque ya está publicado. Sepan Disculpar.
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