Una nueva investigación buscó establecer si pacientes recuperados de una infección por SARS-CoV-2 continuaban experimentando fatiga luego de la recuperación física.
¿Por qué es importante?
Uno de los síntomas que más nombran las personas infectadas con COVID-19 es la fatiga. Las consecuencias del COVID-19 no han sido bien estudiadas todavía y se cree que entre sus consecuencias podría encontrarse una sensación duradera de fatiga.
Metodología
El grupo de científicos rastreó la fatiga junto con otras características de los pacientes, como severidad de la enfermedad, condiciones previas, marcadores de laboratorio y niveles de marcadores de inflamación.
Contaron con la participación de 128 sujetos previamente infectados con SARS-CoV-2, del St. James Hospital en Dublín. El 54% eran mujeres y la edad promedio era de 49.5 años. Adicionalmente, un 55.5% de la muestra había sido admitido al hospital, mientras que el resto eran pacientes ambulatorios. Se les aplicó la Escala de Fatiga Chalder (CFQ-11).
Resultados
El 52.3% de los participantes cumplió los criterios para fatiga en el momento de evaluación (al menos 6 semanas después de la recuperación). El 42.2% reportó sentir que habían vuelto a la normalidad.
No se observó relación entre los sentimientos de fatiga y la severidad de la enfermedad, la necesidad de ser admitido al hospital o los marcadores de inflamación.
Los autores hallaron que, dentro del grupo que reportaba fatiga severa, era más común el sexo femenino y un historial de ansiedad o depresión.
Limitaciones
- La muestra estaba compuesta predominantemente de irlandeses, blancos.
- Los pacientes fueron evaluados en un solo momento, sin continuar el seguimiento.
Referencia del estudio: Liam Townsend, Adam H. Dyer, Karen Jones, Jean Dunne, Aoife Mooney, Fiona Gaffney, Laura O’Connor, Deirdre Leavy, Kate O’Brien, Joanne Dowds, Jamie A. Sugrue, David Hopkins, Ignacio Martin-Loeches, Cliona Ni Cheallaigh, Parthiban Nadarajan, Anne Marie McLaughlin, Nollaig M. Bourke, Colm Bergin, Cliona O’Farrelly, Ciaran Bannan, Niall Conlon. Persistent fatigue following SARS-CoV-2 infection is common and independent of severity of initial infection. PLOS ONE, 2020; 15 (11): e0240784 DOI: 10.1371/journal.pone.0240784
Fuente: Science Daily