Un número cada vez mayor de personas está participando en carreras recreativas. A menudo, comienza con un lento y doloroso galope alrededor del bloque, seguido de un jadeo para ponerse en forma. Tal vez tú lo hiciste, y desde entonces has reunido suficiente preparación física y mental para completar carreras de mayor longitud y frecuencia, de modo que ahora puedes sentirte más cómodo diciéndole a la gente que eres un corredor “de verdad”.
¿Lo dejas ahí o es tiempo de entrenar y participar en una carrera organizada?
Un estudio reciente sugiere que vale la pena hacer la prueba: Marzena Cypryańska y John Nezlek informan en The Journal of Positive Psychology que los corredores recreativos son más felices y se sienten más satisfechos cuando participan en una carrera organizada.
Una posible explicación es que el objetivo principal de la mayoría de las personas que participan en carreras organizadas (no de élite) es simplemente completar el trayecto (lo que hacen prácticamente todos los participantes). Por lo tanto, “nadie pierde, no importa cuánto tarde en terminar”, y los finalistas generalmente obtienen algún tipo de medalla o premio y obtienen un poderoso sentido de camaradería y logros.
Los investigadores agregan que “en este sentido, las carreras masivas en carretera, aunque sin saberlo, representan potencialmente una intervención de psicología positiva”
Cada semana se registró si las personas habían participado en una carrera organizada (desde 5 kilómetros hasta maratones completos); además, los corredores respondieron numerosas preguntas sobre su estado de salud durante la semana.
Un poco más de 400 corredores (con una edad promedio de 34 años; entre ellos el 52% eran mujeres) proporcionaron suficientes datos diarios, por un periodo de al menos cuatro semanas. 340 corredores participaron en al menos una carrera durante el estudio. Los resultados fueron claros y precisos: durante las semanas en que compitieron en una carrera organizada, los corredores obtuvieron en promedio un puntaje más alto en prácticamente todas las medidas de salud o bienestar, incluyendo experimentar emociones más positivas, contar con una mayor autoestima y confianza, sentirse más satisfechos con la vida y darle mayor sentido a la vida.
Esta relación todavía estaba presente, pero no de forma tan completa, en los participantes que habían sido corredores durante más tiempo. Es decir, entre los corredores más experimentados, algunos aspectos de salud y bienestar ya no se relacionan con participar en una carrera. Esto era, tal vez, un indicio de efecto de habituación: el zumbido de los logros se disipa un poco, pero no del todo.
Como se esperaba, la satisfacción de los corredores con su rendimiento en la carrera también se reflejó en sus puntuaciones de salud y bienestar. Tomando en cuenta sólo aquellas semanas en que corrieron una carrera, el bienestar de los participantes fue mayor cuando sintieron que habían tenido un mejor desempeño.
Una crítica obvia para esta interpretación es la antigua “correlación no significa causalidad”. Es posible que durante las semanas en que los corredores se sintieran más positivos, simplemente fueran más propensos a participar en una carrera. Los investigadores, Cypryańska y Nezlek reconocen esta posibilidad, aunque creen que es poco probable; pues para muchas carreras se requieren inscripción previa y una planificación con muchas semanas o meses de anticipación.
En general, los investigadores, según el estudio, creen que sus resultados muestran cómo el competir en carreras organizadas ofrece una oportunidad a prueba de fallas para el logro de objetivos personales, con toda la recompensa psicológica que eso conlleva, incluidos los impulsos importantes para los sentimientos de competencia y autonomía.
El siguiente paso en esta línea de investigación, es utilizar una evaluación más detallada y profunda de los estados de ánimo de los corredores y su salud antes y después de las carreras organizadas, y continuar midiendo durante más tiempo. “Por ejemplo”, reflexionan sobre esta línea de acción, Cypryańska y Nezlek, “se puede decir ‘Corrí en Nueva York’ para impregnar a una persona un sentido de orgullo años después de la carrera, y si es así, ¿tiene esta sensación de orgullo implicaciones para el bienestar?”. La pareja agrega que “el presente estudio no fue diseñado para responder tales preguntas, pero los resultados actuales sugieren que vale la pena hacer esas preguntas”.
Mientras esta línea de investigación siga desarrollándose y dando resultados, si eres un corredor regular y te preguntas si vale la pena progresar para participar en eventos y carreras organizadas, estos hallazgos sugieren que vale la pena siempre intentarlo. Es posible que el cálido brillo del logro le brinde un impulso psicológico a tu vida.
Referencia original del estudio: Marzena Cypryańska & John B. Nezlek (2018) Everyone can be a winner: The benefits of competing in organized races for recreational runners, The Journal of Positive Psychology, DOI: 10.1080/17439760.2018.1557244
Fuente: Research Digest