La depresión postparto y el amplio grupo de condiciones de salud mental materna, llamados trastornos de ansiedad y estado de ánimo perinatal, son causados por factores neurobiológicos y estresores ambientales. El embarazo y el período postparto de por sí son momentos de gran vulnerabilidad para las mujeres, debido en parte a fluctuaciones hormonales y privación de sueño. Actualmente, el miedo relacionado a la salud del bebé y las consecuencias de medidas preventivas, como el distanciamiento social o el riesgo de ir al supermercado a comprar las cosas del bebé, añaden más estrés a la situación.
Profesionales que trabajan con mujeres embarazadas o postparto han resaltado el aumento de preocupaciones, obsesiones, compulsiones, sentimientos de desesperanza e insomnio. Una ginecóloga escandinava resaltó que muchas mujeres embarazadas podrían pasar por estrés psicológico debido a la prolongación de la pandemia. Sumado a esto, un reporte de la universidad Zhejiang en China, detalla el caso de una mujer con un embarazo avanzado que contrajo covid-19 y desarrolló síntomas depresivos (que por cierto fue tratada con una intervención basada en DBT). También en Estados Unidos se ha descrito un incremento en pacientes con ansiedad.
Previamente a la pandemia, el 14% de las mujeres sufriría de ansiedad relacionada al embarazo, vinculada a miedos sobre la salud propia y del bebé durante el embarazo y el parto, y hasta el 20% de las mujeres experimentaba depresión postparto.
El aumento en los niveles de estrés incrementa también el riesgo de desarrollar trastornos clínicos, como los ya nombrados. En un grupo maternal de apoyo durante esta pandemia, Pooja Lakshmin, psiquiatra especialista en cuidados de la mujer durante el embarazo y postparto, recogió los siguientes miedos que expresan las personas: dar a luz sin una persona que le apoye, estar dentro del 15% de mujeres embarazadas que es asintomática para covid-19 y enfrentar una posible separación del bebé y recuperarse en el período postparto sin la ayuda de familiares y amigos que brinden apoyo. Muchas experimentan un duelo por la pérdida de la ilusión de celebrar el acontecimiento con los seres queridos.
Asimismo hay ciertas decisiones para las cuales no existen guías claras: ¿qué hago si tengo otros niños en casa y los únicos que pueden cuidarlos son abuelos que están en riesgo?¿qué precauciones debo tomar si mi pareja trabaja en salud? ¿es seguro mandar a mi hija/o a la guardería?
Como parte de su investigación sobre embarazo durante la pandemia (todavía en curso), la Universidad de Calgary ha estado examinando síntomas de depresión, ansiedad general, ansiedad relacionada al embarazo, niveles de sueño y apoyo social en mujeres que viven en Canadá, utilizando cuestionarios de autoreporte. Los primeros resultados, que todavía no han sido publicados ni revisados por pares, indican niveles mayores que los habituales en síntomas de depresión y ansiedad clínicamente significativos en el embarazo. Los científicos que trabajan en dicho estudio resaltan que la preocupación no es solo por la madre, sino también porque los problemas de salud mental podrían tener un impacto en el bebé.
Otros investigadores de la Universidad de Manitoba, han comenzado un estudio sobre crianza durante la pandemia donde, entre otras cosas, examinan cómo les va a las madres que están embarazadas y tienen que criar otros niños de hasta 8 años. Algunos resultados tempranos, que tampoco han sido publicados ni revisados por pares aún, sugieren un incremento en autoreportes de síntomas de depresión y ansiedad, en madres con hijos e hijas de todos los grupos etarios.
Se sabe que el apoyo social puede ser un factor protector para la depresión postparto. También sabemos que el distanciamiento físico será más duro para aquellas personas que tengan un historial de ansiedad o depresión. Algunos expertos opinan que intervenciones en salud pública deben dar seguimiento a familias donde había preocupaciones previas a la pandemia relacionadas a salud mental, para ver cómo les está yendo.
Aunque solo estamos comenzando a conocer la magnitud del efecto de este virus en las mujeres embarazadas y las nuevas mamás, algunos profesionales creen que debemos asumir que las personas con situaciones preexistentes probablemente estén peor.
Es importante que las mamás no demoren en buscar tratamiento psicológico. Es fácil descartar nuestros síntomas diciéndonos que es solo estrés, pero los síntomas de depresión y ansiedad vinculados al covid-19 no son menos importantes. Llama a tu ginecólogo/a o pediatra y pide una referencia.
Fuente: The New York Times