Dos nuevos estudios advierten que el desempleo generado por la situación con el COVID-19 podría coincidir con un pico en las tasas de suicidio. Aunque estas proyecciones fueron hechas para Estados Unidos y Canadá, sabemos que el desempleo es un para el suicidio.
El autor principal de ambos estudios, Roger McInyre, quien trabaja con personas con trastornos del estado de ánimo desde hace 20 años, opina que necesitamos trabajar en prevención de suicidio. El explica que es conocido el vínculo entre el desempleo, las consecuencias económicas y el suicidio. A esto se suman otros factores como el distanciamiento físico y la ansiedad por el virus.
Los autores de los estudios se basaron en datos previos para estimar el número de suicidios en exceso que podrían ocurrir. En Canadá estimaron entre 418 y 2114 suicidios en exceso y en Estados Unidos entre 3235 y 8164.
McIntyre resalta que el virus no solo amenaza la salud física, sino también la salud mental y que la estabilidad económica es clave para nuestra salud integral.
Las intervenciones de profesionales en salud mental podrían ayudar a prevenir los suicidios en exceso. Según el grupo de investigadores, sus proyecciones indican la importancia de proveer cuidados en salud mental y ayuda a las personas con necesidades para prevenir un pico en las tasas de suicidios.
Si bien las proyecciones de estos investigadores deben ser seriamente consideradas, hay que tener en cuenta los efectos inesperados que puede tener esta situación. En Japón, por ejemplo, la tasa de suicidios se redujo en abril un 20%. En dicho país el suicidio es un gran problema, los expertos creen que el hecho de hacer teletrabajo y pasar más tiempo con los seres queridos podría haber sido un factor que influyó en esa población.
Sin embargo, ese mismo artículo resalta el carácter critico del factor económico y en ese país también se teme el impacto que pueda tener una recesión económica.
En conclusión, si bien debemos estar preparados para afrontar los problemas de salud mental que puedan surgir como consecuencia de la pandemia, el distanciamiento físico, el miedo por el virus, las noticas, etc., también debemos ser cautelosos y considerar que muchos efectos podrían sorprendernos.
Referencias originales de los estudios:
McIntyre, R.S. and Lee, Y. (2020), Preventing suicide in the context of the COVID ‐19 pandemic. World Psychiatry, 19: 250-251. doi:10.1002/wps.20767
McIntyre RS, Lee Y. Projected increases in suicide in Canada as a consequence of COVID-19 published online ahead of print, 2020 May 19. Psychiatry Res. 2020;290:113104. doi:10.1016/j.psychres.2020.113104
Fuente: Psypost