“Todo lo que es psicológico es al
mismo tiempo biológico.”
David Myers
Este estudio parece coincidir con lo que escribe Myers, ya que sus hallazgos encuentran un vínculo entre la reducción de los síntomas depresivos y las mejoras físicas en pacientes con problemas cardíacos, además de ser la primera investigación en sugerir beneficios físicos a partir de mejoras en esta condición mental.
“Las mejoras en las medidas de resistencia fueron especialmente llamativas,” dice el autor principal, Glen Xiong, quien es profesor asociado de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en UC Davis. “Creo que los psicólogos estarán más motivados tanto para controlar como para tratar los síntomas depresivos en personas con insuficiencia cardíaca por las significativas mejoras funcionales.”
La insuficiencia cardíaca hace que el bombeo del corazón se vuelva progresivamente débil e incluso con tratamientos avanzados, está asociado con mayor discapacidad y mortalidad.
El estudio
Para este estudio, Xiong y sus colegas condujeron un análisis secundario con datos obtenidos del estudio realizado en el 2008, llamado Sertraline Against Depression and Heart Disease in Chronic Heart Failure (SADHART-CHF o Sertraline Contra la Depresión y las Enfermedades Coronarias en Insuficiencia Cardíaca Crónica). Esta prueba clínica multicéntrica evaluó la eficacia del medicamento antidepresivo sertraline para reducir síntomas depresivos y cardíacos en 469 hombres y mujeres de 45 años de edad o mayores, quienes sufrían tanto de insuficiencia cardíaca como de un Trastorno Depresivo Mayor.
El Sertraline pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, los cuales pueden ayudar a balancear la química cerebral vinculada a los Ataques de Pánico y la Depresión. Los resultados iniciales del SADHART-CHF encontraron que el tratamiento con sertraline, sin embargo, no mostró diferencias significativas con respecto al placebo en la reducción de síntomas depresivos.
El estudio actual se enfocó en el estado de salud y en la depresión de los pacientes, independientemente del sertraline.
“Queríamos comprender más profundamente los efectos sobre la salud en pacientes con mejoras en su depresión durante el período del estudio, sin tener en cuenta la medicación que utilizan,” dijo Xiong.
Los instrumentos de evaluación
Xiong y el equipo investigador utilizaron datos de evaluaciones rigurosas y estandarizadas administradas sobre el curso de las 12 semanas que duró el estudio SADHART-CHF para medir tanto la depresión como la salud general. Se administró la Escala de Depresión Hamilton periódicamente a todos los participantes del estudio para evaluar la severidad de los síntomas depresivos. Para determinar la salud cardíaca y general se utilizó el Cuestionario de Miocardiopatía de Kansas City, la encuesta de Salud abreviada (completada por 285 participantes) y un test de caminata de 6 minutos (completado por 378 participantes).
Los resultados
Los participantes cuya depresión remitió durante la intervención presentaron mejoras en los puntajes de salud física en una variedad de medidas, incluyendo limitación social, limitación física, calidad de vida, frecuencia de los síntomas y síntomas totales.
“Para poner los resultados en perspectiva, un cambio de 5 puntos en el Cuestionario de Miocardiopatía de Kansas City es clínicamente significativo,” dice Xiong. “Los pacientes cuya depresión estuvo en remisión tuvieron 13 puntos más que aquellos que no estaban en remisión.”
Estos resultados fueron respaldados por la Encuesta de Salud Abreviada, que mostró que la reducción de los síntomas depresivos también mejoró el funcionamiento físico y la percepción general de salud. El test de 6 minutos de caminata también dejó ver mejoras significativas en la resistencia, ya que los pacientes con depresión disminuida podían caminar un promedio de 47 metros (alrededor de 154 pies) más que sus contrapartes con depresión mayor.
“Nuestro nuevo estudio es sólo la punta del iceberg, dado que la relación entre la mente y el cuerpo es extremadamente compleja,” dice Wei Jiang, autora principal del estudio y directora del Laboratorio de Neuropsicocardiología en el Centro Médico de la Universidad de Duke.
“Los investigadores y profesionales reconocen cada vez más que la mente y el cuerpo tienen conexiones poderosas, lo cual es prometedor ya que han estado segregados por años. Esta clase de estudio interdisciplinario puede ayudar a encontrar respuestas a la cuestión de cómo la salud mental afecta a la salud física y viceversa; y a informar el desarrollo de prácticas clínicas que reconozcan este enfoque,” agrega Jiang.
Xiong y Jiang también recomiendan que se siga investigando para delinear porque algunos pacientes responden a la medicación antidepresiva mientras que otros no lo hacen.
“Pueden haber diferencias genéticas o fisiológicas subyacentes, como marcadores inflamatorios, que alteran las oportunidades para que el tratamiento funcione exitosamente. Al saber que aliviar la depresión puede venir acompañado de claros beneficios en la salud física, queremos ser capaces de identificar formas de hacer que las modalidades de tratamiento sean tan útiles como sea posible para la mayor cantidad de personas, especialmente para aquellos con enfermedades cardíacas graves,” dice Xiong.
Fuente: UCDavis Health Sistem.