Cuando hablamos de drogas el foco de atención y prevención se localiza en las drogas no legales y se pierde la atención de los peligros y repercusiones nocivas que trae el consumo de unas de las drogas más consumidas y letales como el alcohol.
Una gran cantidad de investigaciones demuestran que el consumo de drogas incrementa el riesgo de conductas sexuales de riesgo pero pocas o casi ninguna había podido establecer el riesgo por separado del consumo de drogas más populares.
Para entender con mayor precisión y establecer lineamientos y recomendaciones más concretas los investigadores del New York University llevó a cabo una investigación que fue publicada en la revista Psychology & Sexuality, que examinó la experiencia de arrepentimiento luego de que las personas consumieran estas drogas.
El consumo de alcohol hacia sentir a las personas mucho más atractivas y atraídas a las otras personas que el consumo de marihuana y éxtasis
Para llevar a cabo el estudio los investigadores salieron por la noche a una serie de clubes nocturnos y festivales en la ciudad de Nueva York y entrevistaron a 679 jóvenes que tenían entre 18-25 años de edad.
Al revisar las respuestas se hizo evidente que el consumo de alcohol, una droga ampliamente utilizada y promocionada en nuestra sociedad, era la que generaba mayor riesgo de conductas sexuales, haciendo sentir a las personas mucho más atractivas y atraídas a las otras personas que el consumo de marihuana o éxtasis. En orden de deseo sexual el alcohol y el éxtasis incrementaron más el deseo sexual que la marihuana. Y por otro lado el consumo de éxtasis se asoció con mayor placer sexual y un incremento de la sensibilidad corporal.
Al comparar las respuestas por genero, los varones describieron que el alcohol y el éxtasis se asociaba con mayor frecuencia con la disfunción sexual que la marihuana. En cambio para las mujeres el éxtasis se asoció con mayor frecuencia con la disfunción sexual que el alcohol.
Como es evidente, la investigación se basó en los reportes de los jóvenes y esto trae limitaciones importantes. Primero porque las personas suelen consumir varios tipos de drogas al mismo tiempo y el autoreporte no puede diferenciar a nivel celular qué tipo de drogas afectó directamente la conducta sexual de los participantes. Así también de la misma manera el consumo de drogras afecta la memoria de los participante, por lo tanto es probable que los reportes no hayan sido muy precisos.
De todas maneras este tipo de estudios aporta información valiosa para que se pueda diferenciar los efectos que tienen los diferentes tipos de drogas y que podamos reflexionar y pedir cambios en las políticas publicas en cuanto a la promoción de las drogas legales.
Referencia bibliográfica: Joseph J. Palamar, Marybec Griffin-Tomas, Patricia Acosta, Danielle C. Ompad & Charles M. Cleland (2018) A comparison of self-reported sexual effects of alcohol, marijuana, and ecstasy in a sample of young adult nightlife attendees, Psychology & Sexuality, 9:1, 54-68, DOI: 10.1080/19419899.2018.1425220
Fuente: Psypost